Los MIR de la Comunidad de Madrid inician hoy una huelga indefinida para mejorar las condiciones laborales que mantienen en la región. Residentes del Hospital Severo Ochoa se han sumado a ella.
Los Médicos Internos Residentes de la Comunidad de Madrid han convocado hoy la primera jornada de una huelga indefinida en los hospitales de la región, a la que se han unido algunos de los MIR del Hospital Severo Ochoa de Leganés. El motivo de la huelga es la reclamación de una mejora de las condiciones laborales después de que la pandemia dejara ver la fragilidad de sus contratos.
«El residente se convierte desde su entrada en el hospital en mano de obra barata, siendo sometido a una alta presión física, psicológica y académica, con un sueldo-beca que ridiculiza toda la labor que ejerce» que ronda los mil euros durante los cinco años de residencia, denuncian desde el Comité de Huelga quienes remarcan que los residentes «se ven abocados a complementar sus sueldos con la acumulación de extensas, exhaustivas y continuas horas de guardia de 17 y 24h» que no son compensadas.
Es precisamente en las guardias donde el Comité de Huelga destaca la desprotección de los residentes, que se ven sin supervisión durante este periodo haciendo labores para las que aún no tienen preparación suficiente, ya que cabe recordar que el MIR es un programa de especialización en el cual se termina la formación de los futuros médicos y enfermeros.
Sin acuerdo con la Consejería de Madrid
La pandemia ha puesto en relieve esta situación. Sobre todo, los contratos ofrecidos por la Comunidad de Madrid a los residentes para reforzar la asistencia durante esta pandemia. Los escasos contratos han sido calificados de «basura» por los propios sanitarios que han alertado de una huida de muchos de los profesionales a otras comunidades con mejores condiciones laborales.
Para evitar la huelga, se ha llevado a cabo una reunión con la Consejería de Sanidad, cuyo responsable ha manifestado en una entrevista reciente, que las condiciones de los MIR eran «inasumibles». Entre ellas, la mejora de los espacios de descanso, contraprestación de las guardias, que los MIR tengan una supervisión constante, subida salarial, y tests para los residentes que traten con COVID.