Extremadura son tres: Cáceres, Badajoz y Leganés. Y cada año el día de la Virgen de Guadalupe, los vecinos de Leganés y la Casa de Extremadura lo demuestran. El fervor religioso por la patrona de esta comunidad autónoma es tal en nuestra ciudad que se trata de una de las procesiones y misas más multitudinarias del calendario anual.
Este 9 de septiembre no ha sido menos. El nuevo párroco de la Parroquia de San Salvador, Pedro Manuel Merino se ha estrenado oficiando la misa previa, en honor a la Virgen de Guadalupe, una de las más especiales para los miles de vecinos de Leganés de origen extremeño. Unos oficios que han tenido la anécdota del día y es que el padre Pedro ha bendecido a un bebé, que esperaba en brazos de su madre en la fila para comulgar, ante la Virgen de Guadalupe, lo que ha hecho que los feligreses estallaran en aplausos.
Tras la misa, de más de una hora, daba comienzo la procesión, con gran alegría para todos los miembros de la Casa de Extremadura, y sobre todo para el grupo de baile, quienes han actuado durante el camino de la procesión, demostrando el gran fervor que existe por la imagen de la Virgen. «¡Viva Extremadura! ¡Viva la Virgen de Guadalupe!», se podía escuchar entre los presentes.
La procesión ha realizado un recorrido breve por las principales calles de la ciudad hasta llegar a la Plaza Mayor, donde ha tenido lugar un nuevo baile tradicional por parte del grupo de la Casa de Extremadura que ha tenido la admiración de todos, y tras lo que ha vuelto de nuevo a ser guardada en la Parroquia de San Salvador.