Se terminó. El Gobierno de Leganés ha puesto fin al puente tragacamiones. O eso parece de momento. Finalmente ha terminado la instalación de dos gálibos con la intención de disuadir a los conductores de vehículos altos de que pasen por debajo del túnel de Avenida doctor Mendiguchía Carriche con Santa Rosa. Un túnel que se había convertido en toda una atracción turística para dentro y fuera de Leganés.
Tras su ‘inauguración’, el primer teniente de alcalde y concejal de Obras, Carlos Delgado, ha recordado que “han sido muchos los años en los que Leganés ha sido conocido por los recurrentes episodios de camiones y furgonetas que quedaban atrapados en el túnel conocido como tragacamiones y nos hemos puestos manos a la obra desde el Ayuntamiento y hemos instalado estos gálibos que van a impedir que se vuelvan a producir estos episodios, al menos con tanta reiteración”.
Rebautizado como puente tragacamiones
El Ayuntamiento de Leganés ha instalado dos estructuras de control de gálibo, de cuatro metros de ancho, en las entradas del puente de San Nicasio, en la Avenida del Doctor Mendiguchía Carriche. El objetivo de estas nuevas estructuras es marcar con antelación la altura máxima de 2,80 metros para evitar que se reproduzcan los accidentes que han sucedido de forma habitual en este puente, con camiones o furgonetas que quedaban encajados.
Los oriundos de Leganés de cierta edad conocían al puente de San Nicasio como puente Simago, en recuerdo a los almacenes comerciales que antaño existían junto a éste. Sin embargo, en los últimos años fue rebautizado como puente “tragacamiones”, debido a que numerosos conductores despistados de vehículos comerciales tipo furgoneta o camiones chocaban contra el puente por su baja altura, a pesar de las señales de advertencia existentes.
Por ello, con la llegada del nuevo equipo de Gobierno al Ayuntamiento de Leganés uno de los objetivos ha sido reforzar las advertencias y señalización para intentar evitar estos accidentes. Así, la Concejalía de Obras ha instalado dos estructuras articuladas de cuatro metros de ancho en ambas entradas al puente con una barrera de tope que marca la altura máxima de 2,80 metros para advertir con antelación del exceso de altura de los vehículos y evitar que terminen empotrados en el puente.
Una inversión de 14.000 euros
Carlos Delgado ha destacado que “con una inversión ideal en cuanto a coste y beneficio, de unos 14.000 euros, hemos colocado estos gálibos, que llevan instalados unos doce días informalmente, y desde hoy ya oficialmente porque se han terminado los remates. Ese partido entre los gálibos y el puente tragacamiones lo está ganando con solvencia la instalación puesta por el Ayuntamiento y el Gobierno de Leganés vuelve a atender con hechos concretos las necesidades de nuestros vecinos”.