Paloma del Río ha visitado Leganés con motivo de los Premios Independiente del Año, organizados por ULEG. La periodista ha recibido el galardón a toda una trayectoria dedicada a la comunicación, en una fecha muy especial. Y es que el pasado 2023 anunciaba su retirada tras casi 40 años dedicados al periodismo, principalmente deportivo y minoritario.
Después de unos meses al otro lado de la pantalla de televisión, analizamos con ella la igualdad en el deporte, una lucha que ha llevado por bandera durante las últimas décadas de su vida y que, nos anuncia, no dejará de hacerlo.
¿Cómo recibes este reconocimiento?
Para mi fue muy sorprendente porque ULEG se puso en contacto con el Departamento de Prensa de RTVE y ellos me lo mandaron a mi. Es una alegría muy bueno porque el hecho de que te reconozcan tu trayectoria profesional, lo que has sembrado durante tantos años siempre es una alegría.
Yo siempre pensaba que hablaba a nadie. Cuando hacía las retransmisiones estaba narrando patinaje, gimnasia, o cualquier deporte y nunca veía gente. No es lo mismo que cuando te pones delante de la cámara o del público. Pero parece que no, que detrás del hilo había alguien y a la gente le ha gustado. Sobre todo el trabajo de la defensa de la mujer en todos los ámbitos, y en el mío que es el deporte, por la tremenda desigualdad que hay ahora mismo con respecto a los hombres. Es una militancia y reconozco que soy muy pesada para estas cosas y al final ha valido la pena. Algo hemos avanzado, aún queda mucho, y bienvenido sean estos reconocimientos a lo largo de la trayectoria profesional de una persona.
Llama mucho la atención que tu sensación fuera que no había nadie con todo lo que has marcado a mucha gente…
Eso es lo que me dice mucha gente ahora. Yo he estado viendo este fin de semana el Campeonato de Patinaje por televisión y te prometo que no lo veo con nostalgia. Pienso que he sido muy afortunada por haber hecho tantos deportes, tantos Juegos Olímpicos, patinaje… Costará pero es la renovación de la vida. Igual que yo renové a mis superiores, las que vienen detrás serán mis relevos y yo les deseo que lo hagan bien y se lo pasen bien.
Comentabas tu militancia por la igualdad en el deporte, ¿cómo ves el momento actual?
(resopla) Llevo casi 40 años viendo esto y es como empujar un tractor cuesta arriba. No te puedes parar porque el tractor lejos de quedarse quieto lo que hace es retroceder. No hay que parar. Hay que poner encima de la mesa todas las desigualdades que vamos encontrando para que se puedan solventar. No es normal que a estas alturas de la vida un equipo de fútbol mande a sus varones a competir un fin de semana en avión y a sus mujeres en autobús; que les den equipamiento para recoger medallas, ir de paseo, entrenar, y a ellas solo una; que la comida no sea la misma; que haya fisios y nutricionistas para ellos pero para ellas no. Esto no puede ser. No quiero que se lo quiten a ellos, sino que ellas lo tengan.
Hay que ponerlo encima de la mesa y que a alguno se le ponga la cara colorada de permitir y consentir este tipo de cosas. Y ahí estamos y seguiremos. Una cosa es que me haya jubilado pero mis ideas siguen siendo esas.
Ahora parece que se ha conseguido mucho en el deporte de la mujer, que con retransmitir un partido de fútbol femenino ya vale, pero cuando vemos por dentro sigue habiendo estas desigualdades, ¿no?
Es un espejismo. Fue un oasis el Mundial de fútbol femenino. Fue un éxito, consiguieron el título y han tenido una repercusión social por otro aspecto que ha puesto encima de la mesa algo que va a afectar no solo al deporte sino a toda la sociedad; porque es una lucha de poder del que está arriba a la que está abajo, y si es mujer, más. Pero hay que seguir compitiendo y peleando para que todas esas desigualdades acaben. Y que no nos acordemos de las deportistas solo cada cuatro años en los Juegos Olímpicos, rompiéndonos la cabeza por conseguir una entrevista, una foto y parece que el resto del año no lo sacamos.
Y los medios de comunicación tenemos que hacer mucha autocrítica porque somos los que les damos luz: prensa, radio, televisión… Hay que cuestionarse cuánto tiempo les dedicamos los medios a estas mujeres deportistas y seguramente se nos caería la cara de vergüenza de qué poco caso les hacemos, y luego nos llevamos las manos a la cabeza de ‘jo, fíjate cómo está esto’, bueno, pero hay que preguntarse qué hacemos cada uno por cambiar esto. Cada uno desde su pantalla o canal.