Han pasado tres años desde que el Pabellón Europa acogió el sorteo de las últimas viviendas públicas de EMSULE: 134 en venta en Solagua y 216 en alquiler en dos promociones de Puerta de Fuenlabrada. Hoy, pese a que las obras de al menos la mitad de los edificios ya están finalizadas, ninguna ha sido entregada.
Obras terminadas, entregas bloqueadas
Los retrasos comenzaron con los problemas de la constructora, que aplazaron el inicio de los trabajos. Pero ahora, con los edificios a punto de terminar, los adjudicatarios denuncian que la entrega se retrasa sin explicación. El enfado es especialmente intenso en las viviendas de alquiler, cuya primera promoción está lista, pero sigue sin fecha real de entrega.
Mientras quienes obtuvieron pisos en venta ya eligieron vivienda, incluso ya han empezado a pagar, los adjudicatarios del alquiler siguen completamente paralizados. “No nos han llamado todavía para elegir y el edificio está totalmente terminado”, critica Daniel, uno de los beneficiarios.
La versión del Gobierno local
Consultado por LEGANÉS ACTIVO, el Gobierno asegura que el proceso avanza, aunque con pasos muy lentos:
“A todo el bloque del VP3, los primeros en entregar, se les comenzó a avisar el 30 de abril y han ido trayendo la documentación durante estos meses. Sus viviendas se entregarán en breve. A los del bloque del VP4 se les avisará cuando esté cercano el fin de obra. La previsión es que sea en el primer semestre de 2026”.
Sin embargo, muchos adjudicatarios afirman que desde abril no han vuelto a recibir ninguna comunicación, lo que alimenta la sensación de abandono. El silencio administrativo contrasta con las crecientes quejas públicas y la frustración de familias que llevan años esperando.
Rumores, sospechas y un foco que no está donde parece
A este malestar se suma el ruido mediático generado por informaciones que ponen en duda el sorteo. Los adjudicatarios reconocen que esas noticias incrementan su temor: “No nos extraña que no nos las den”, lamentan.
Pero conviene poner el foco donde está realmente: la polémica no gira sobre el sorteo en sí, sino sobre la contratación de los bombos y las alfombras utilizadas en el acto. Un informe interno apuntó a un posible fraccionamiento de contrato, una irregularidad administrativa aún no denunciada y que no afecta al resultado de las adjudicaciones.
Tres años después, las llaves siguen sin llegar
Con edificios terminados, plazos incumplidos y una comunicación mínima, la incertidumbre se dispara entre cientos de familias. La presión aumenta: Leganés necesita vivienda pública y EMSULE tiene promociones acabadas que siguen sin entregarse. Los adjudicatarios solo quieren lo básico: una fecha cierta y las llaves de un hogar que llevan tres años esperando.





