La vida, como el fútbol, se construye a base de pequeños detalles. En la sencillez del día a día se encuentra la grandeza de lo que somos y aquello que queremos ser paso a paso, poco a poco. La vida son también los momentos de flaqueza en los que no vemos la luz al final del túnel. Somos la sonrisa de un trabajo bien hecho y las cicatrices, también somos las cicatrices.
Hace seis meses, a Blanca Poza le encontraron un pequeño bulto tras una revisión rutinaria. Tuvo que esperar medio año para confirmar que ese bulto era cáncer de mama. En primera instancia, se “solucionaría” con una operación y sesiones de radioterapia para prevenir, pero el cáncer había llegado a los ganglios, complicando un poco más las cosas.
El ganglio es un abultamiento localizado en un vaso linfático o un nervio. La arteria mamaria interna, situada en la zona central del tórax, es la más afectada.
Los planes cambiaron para Blanca; primero tendría que pasar por sesiones de quimioterapia, luego someterse a la operación y asegurar la recuperación con radioterapia posterior a la intervención.
“En un año lo recordaremos”
Nadie está preparado para una noticia así. Blanka Fernández, su hija, es su mayor apoyo y desde el principio la ayudó a convertirse en un ejemplo de lucha. “Nunca piensas que te vaya a tocar tan de cerca, pero lo afrontamos desde el primer día, solo pensamos que va a ser una mala época y ya está, en un año lo recordaremos”.
Es solo el comienzo de un largo recorrido y las fechas son imprecisas. En un principio, serán cinco meses de sesiones de quimioterapia – de momento, cada tres semanas – y con suerte podría no haber operación, pero ellas no piensan en eso. “Preferimos pensar en el día a día porque nunca se sabe”, nos dice Blanka.
Un día a día que se va adaptando a la nueva realidad. Blanca ya tiene la baja laboral, por lo que descansa en su casa. “Ella se encuentra bien físicamente, lo duro aún no ha empezado”, afirma Blanka, que se ocupa de su madre y de la casa “cuando le deja”.
«Ganar este partido por goleada»
La primera sesión de quimioterapia fue la que la ha llevado a poner un nuevo rostro a la lucha contra el cáncer. El viernes por la mañana su hija Blanka publicaba en Twitter una fotografía que conmovió al mundo del fútbol: “Se ha llevado la camiseta del CD Leganés porque si ellos pueden ganar al Madrid en el Bernabéu ella puede ganar esto por goleada”
Primera sesión de quimio de mi mami, se ha llevado la camiseta del @CDLeganes porque si ellos pueden ganar al Madrid en el Bernabeu ella puede ganar esto por goleada. #lossueñossecumplen #aportodas ???? pic.twitter.com/aZhb0lszrX
— Blanka Fernandez (@BlankFernandez) January 26, 2018
La fotografía, que era para tranquilizar a familiares y al entorno más cercano, pasó a ser publicada en Twitter para los amigos de Blanka, que no esperaba la reacción que tuvo la publicación: 2.900 retweets y 11.000 Me gusta, además del impacto mediático.
Sin perder la sonrisa, afrontó su primera sesión de ‘quimio’. Aunque Blanca es fuerte, se espera que en las próximas semanas el tratamiento haga mella. Son sesiones que física y mentalmente se hacen pesadas y llevan consigo consecuencias. “En una semana o algo más se le caerá el pelo, pero ya tiene pañuelos y está muy contenta con ellos”.
Una pepinera de pura sangre
Siempre han sido del ‘Lega’, sobre todo Blanka, que es abonada junto a su padre en el Estadio Municipal de Butarque y a veces cede su abono a su madre para que vayan juntos, aunque no son demasiadas veces. “Es difícil quitarme el abono”, dice Blanka entre risas.
Hablábamos con ella justo después de que comprara las entradas para el histórico partido de Copa. No está dispuesta a perdérselo, y menos después de la experiencia en el Santiago Bernabéu. Le dejaron dos abonos y tuvo la suerte de vivir una de las noches más importantes del equipo pepinero. Desde casa, su madre vivió el partido con la misma intensidad que si estuviera en el campo. “Mi madre se quedó en casa porque no puede coger frío y saltaba a cantar los goles, que ella nunca salta”.
Sin duda, la gesta del Club Deportivo Leganés ha inspirado a muchas personas, y Blanca ha sido una de ellas. Es la prueba de que en Leganés los sueños se cumplen. El fútbol suele ser considerado como un deporte contaminado por la violencia, la tensión y el ruido que lleva detrás de todo. Pero en su esencia guarda esos pequeños momentos que lo hacen especial. El ‘Lega’, equipo humilde donde los hayas, marca hoy el mapa del fútbol español junto a grandes equipos. Blanca Poza, “humilde y luchadora, no se rinde se enfrente a lo que se enfrente. Le echa ‘un par’ como los jugadores del ‘Lega’”, finaliza su hija.
El regalo del CD Leganés
El domingo fue un día especial para ellos. Invitados por el Leganés para ver el partido en Butarque contra el Deportivo Espanyol, pudieron ver en primera persona la humildad que se respira en el vestuario pepinero. Recibidos por la presidenta, Victoria Pavón, se emocionaron con el apoyo de toda la plantilla, con un vídeo de Javi Eraso y una camiseta firmada por todos los jugadores y entregada por Unai Bustinza.
? Blanca y su hija @BlankFernandez nos emocionaron a través de un tuit. Ayer vivieron el #LeganésEspanyol de una forma muy especial y nos transmitieron toda su fuerza. ¡Desde el club te mandamos mucho ánimo, Blanca! pic.twitter.com/rn8lrdmHQE
— C.D. Leganés (@CDLeganes) January 29, 2018
“Esta Liga la voy a ganar yo”
Un gran día en el que el equipo ganó por 3-2 antes de un gran encuentro contra el Sevilla en el que, por supuesto, estará Blanka Fernández, que se atrevió con un pronóstico. “Soy malísima para los resultados, pero con un 1-0 sería muy feliz”.
La lucha es dura, constante, no deja espacio para descansos ni tiempos muertos. La recuperación es lenta, muy lenta, pero no está sola. Hay una familia, un equipo y una ciudad que son el empuje para que la sonrisa de Blanca no se borre nunca. Es valiente, se le nota, irradia fuerza por todos los costados. Quiere ganar este partido desde el calentamiento. Ya lo decía ella, «este bicho puede marcarnos muchos goles», pero va a parar todos los balones. Al final, creer y luchar tiene sus frutos, ganará este partido, y su victoria se convertirá en el gol más recordado de la historia.
