Familiares de los internos de la residencia de mayores Parque de los Frailes denuncia un aumento de los ingresos de internos en el Hospital Severo Ochoa desde que la gestión corre a cargo de Aralia.
Los familiares de la residencia Aralia Parque de los Frailes de Leganés continúan en la lucha contra los malos tratos que sus mayores están recibiendo en el centro. Tras los moratones denunciados, los familiares han decidido solicitar al Hospital Severo Ochoa de Leganés un informe sobre cuáles son las dolencias que presentan habitualmente los internos de la residencia derivados al centro.
Deshidratación, llagas en la piel y moratones son algunos de los síntomas de los últimos internos ingresados en el centro hospitalario, sin embargo, desde Aralia niegan que haya estos casos por lo que los familiares han solicitado un informe oficial al Hospital Severo Ochoa con el que poder sustentar sus denuncias. Solicitud que ha apoyado el Pleno de Leganés.
Decenas de expedientes abiertos
A principios de mes, el Ayuntamiento de Leganés en Pleno aprobó apoyar la solicitud de información al hospital aunque el PP de Leganés aseguró que se están llevando ya las medidas correctivas pertinentes. Según la formación «el centro está en permanente vigilancia»: la Comunidad de Madrid reconoce abiertamente los incumplimientos y se han interpuesto dos penalidades «y en estos momentos se está estudiando otra por déficit de los medios personales e incorrecta cumplimentación de los registros de control».
Sin embargo, los expedientes no son una buena solución a juicio del resto de partidos. «Si abrimos expediente y expediente, muy bien, que se abran 5.000 expedientes pero que se haga algo. Que actúen urgente y de oficio», reclamaban desde Unión por Leganés. «Sabemos que hay muchos casos de deshidratación, caídas y golpes», añadían desde PSOE Leganés.
Intimidación a los trabajadores
Estas situaciones sin embargo no son denunciadas por las empleadas pues, según afirman los familiares de los pacientes, tienen miedo de perder su trabajo tal y como le ocurrió a una trabajadora social que ayudó a la plataforma de familiares en su última denuncia.
La trabajadora social firmó un informe en el que reconocía que no existe un control de los diabéticos en el restaurante de la residencia, es decir, las enfermeras a la hora de administrar los menús no distinguen entre los pacientes con diabetes y los que no, pudiendo ocasionar una subida de azúcar a alguno de ellos.
La denuncia fue negada rotundamente por Aralia y la trabajadora social fulminantemente despedida. Consecuencia de ello, la plataforma exige el cese del presidente de Aralia mientras que el Pleno de Leganés le dará un reconocimiento por haber puesto en riesgo su trabajo para denunciar la falta de listado de diabéticos.