Como parte de los eventos por el ciclo de las Lunas del Egaleo, se representó en Leganés Pagagnini, un espectáculo de Yllana coproducido junto a Ara Malikian, entre la música y el humor.
Pagagnini nos presenta a cuatro grandes músicos, repasando los momentos clave de la historia de la música clásica combinados con todo tipo de estilos musicales. Thomas Potiron al violín sustituye a Ara Malikian -director musical y coproductor del espectáculo- poniéndose en la piel del director de este cuarteto de cuerda. Le siguen al violín Eduardo Ortega y Fernando Clemente y completando la formación, Gueorgui Foyrnadjiev al violonchelo.
Hay que tocar muy bien para tocar tan mal. Entiéndanme, mal de incorrección, del descaro que hace alarde siempre Yllana en su humor, tan efectivo por su expresividad y su impacto siempre guiado por el teatro gestual, del que hacen alarde desde 1991 en sus creaciones y producciones.
En esta ocasión, el cuarteto nos presenta un concierto que es todo lo contario. Todo un “des-concierto” usando los instrumentos de la forma menos académica que se pueda concebir e introduciendo todos los elementos que no pueden faltar para que se interrumpa la función: un móvil suena y Thomas Potiron mira con desdén a sus compañeros hasta que descubre que es el suyo y sale para atender la llamada, mientras el resto de la formación se arranca a tocar a sus espaldas a ritmo de folk, y las risas del público no tardan en arrancar.
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Descomposición de los clásicos
Con un repertorio de lo más significativo entre la historia de música clásica, desde La vida breve de Manuel de Falla hasta el Concierto para violín en sol mayor nº3 de Mozart, van alternando estilos y transformando las canciones a su gusto. Con entradas y salidas del escenario, y una coreografía más que ensayada, resultan naturales en sus movimientos a pesar de la complejidad del manejo de los instrumentos y las interpretaciones. Se muestran enérgicos sobre el escenario, explotando el sonido en todas sus posibilidades hasta la cacofonía en búsqueda siempre del efecto cómico más inmediato.
Combinan los estilos con recursos sencillos que nos ponen en contexto: un clavel con un toque flamenco y violines tocados a rasgueo como si de guitarras se tratasen. Van girando sobre sí mismos y la referencia a los Blues Brothers está servida en cuanto se colocan las gafas de sol, la iluminación se torna azulada e intimista y la música soul se interrumpe en cuanto Fernando Clemente no puede evitar contener un “Oh yeah” que hace que el resto le mire incrédulo.
Todo un vaivén de emociones que mantiene la atención hasta de los más pequeños, en el que no pueden faltar momentos tan destacados como un Canon de Pachelbel turbulento en su desarrollo y una versión de “With or without you” de U2 tocada a un violín y cuatro pedales por Eduardo Ortega. Yllana no pierde nunca la oportunidad de hacer de cada elemento un recurso humorístico y de la improvisación su mejor aliado, cuando sacan a dos espectadores pepineros a formar parte de la integración; historia de amor desencadenada incluida en la que Fernando Clemente se torna protagonista.
Una fusión exitosa
Yllana, fundada en 1991 de la mano de Juan Francisco Ramos, Marcos Ottone, David Ottone, Joseph O’Curneen y Fidel Fernández, trae este espectáculo junto a Ara Malikian producido en el 2007, que ha sido reconocido con distintos premios como el Mejor Espectáculo del Fringe Festival (Edimburgo- Reino Unido) por los editores del periódico Three Weeks (2008), el premio del público en el festival de teatro de Chiclana, Cádiz (2008), el Moerser Comedy Preis en el International Comedy Arts Festival en Moers, Alemania (2009) y el premio al “Mejor espectáculo musical” del teatro rojas en Toledo, España (2009). Un espectáculo imprescindible para todo amante de la música, que no dejará indiferente a nadie.