Derrota del Club Deportivo Leganés en su primer partido de Liga: 0-1 frente a un Osasuna que consiguió un premio mucho mayor del merecido. Los pepineros dispusieron de todo tipo de ocasiones, pero la mala fortuna y el fuera de juego hicieron imposible un resultado mejor.
El Leganés ha iniciado la Liga de la peor manera posible: una derrota ante Osasuna que hace olvidar todos los buenos presagios que apuntaba la pretemporada. Lo hizo ademås con un equipo muy reconocible, hasta el punto de que diez de sus hombres eran ya fijos el año pasado. Mientras que en otros equipos sueñan con nuevas incorporaciones y posibles estrellas, en Leganés se produce un fenómeno diametralmente opuesto. Es lo que necesita un club que quiere asentarse definitivamente en primera, es lo que Pellegrino quiere. Y con seguridad que acabarå dando sus frutos.
A pesar del calor sofocante, el partido comenzĂł frĂo, tal vez por el shock que supuso para los jugadores el no poder escuchar el reciĂ©n creado himno de la Liga, del que no hubo noticia. Superada la decepciĂłn inicial, el Lega intentĂł adueñarse del encuentro desde los primeros compases, si no de forma clara, sĂ a travĂ©s de una concatenaciĂłn de saques de esquina, faltas y centros laterales que empezaban a poner sobre aviso a la defensa rojilla.
La primera, eso sĂ, fue para Osasuna, una falta lanzada por Roberto Torres que pasĂł cerca del palo derecho de CuĂ©llar. En-Nesyri replicĂł casi al instante con un tiro sin peligro tras un fantĂĄstico regate a David GarcĂa. Por lo demĂĄs, la primera parte no tuvo mucha historia. El centro del campo no carburaba y existĂan muchos problemas para hacer llegar balones a los delanteros. En esta situaciĂłn, fue Rosales el que asumiĂł el protagonismo ofensivo del equipo, demostrando una vez mĂĄs por quĂ© se ha ganado el puesto de titular.
Vendaval blanquiazul sin premio
El apocamiento tan propio de principios de temporada se disipĂł por completo en el segundo tiempo. Rosales rompĂa una vez mĂĄs por dentro y se la cedĂa a En-Nesyri, que se encontrĂł con el cuerpo de Aridane. Al poco, el 26 volvĂa a probar a RubĂ©n, en un tiro que se marchaba a cĂłrner. En esos minutos de locura, el LeganĂ©s consiguiĂł perforar las redes hasta en dos ocasiones, pero ninguna moviĂł el marcador. La primera, por fuera de juego claro de En-Nesyri; la segunda, por una mano de Rosales que invalidĂł el posterior gol de Braithwaite, aunque hizo falta el VAR para dejar las cosas claras.
AĂșn asĂ, a los aficionados pepineros parece que no terminĂł de convencerles y no dudaron en montar en cĂłlera contra el ĂĄrbitro, mĂĄs aĂșn despuĂ©s de alguna mano dudosa del Osasuna en su propia ĂĄrea durante la primera mitad. CorrĂa el minuto 60 y parecĂa un milagro que el marcador no se hubiera movido.
Un duro castigo
Pero en el fĂștbol bien se sabe que los errores se pagan, y el LeganĂ©s pagĂł muy caros los suyos. El Chimy Ăvila, a quien prĂĄcticamente no habĂamos visto en todo el encuentro, recibiĂł en el minuto 75 un balĂłn en la frontal, y con demasiada comodidad, se dio la vuelta y lanzĂł un zapatazo inalcanzable para CuĂ©llar. Lo que estaba siendo un gran partido del Lega pasĂł a ser una pesadilla, y terminĂł convertido en una broma de mal gusto, con otro gol de En-Nesyri negado por el fuera de juego.
Pese al arreĂłn final, el marcador no volverĂa a cambiar, y un Ăscar desquiciado acabĂł expulsado. Una derrota, en definitiva, muy dura, pero que no debe descentrar a un equipo que hizo todo lo posible en el campo para poder conseguir algo mejor.