ACNUR lleva a cabo un proyecto de voluntariado compuesto por refugiados en Madrid y Barcelona. Solo en Leganés viven 26 personas de nacionalidad siria.
En lo que llevamos de 2019, han llegado a España 18,758 personas pidiendo asilo político, un 3,5% de las cuales provenían de Siria, huyendo de una guerra civil que ha cumplido ocho años desde su estallido. Se trata de un pequeño porcentaje en comparación con los 5,6 millones de sirios que han huido solicitando asilo político en diferentes países, según datos del Alto Comisionado de la ONU (ACNUR), quienes consideran que “la guerra de Siria es la mayor crisis humanitaria y de refugiados de nuestros tiempos”.
De los refugiados sirios en España, un pequeño porcentaje ha llegado a la Comunidad de Madrid y, en concreto, a Leganés. En nuestra ciudad 26 personas son de nacionalidad siria convirtiéndose en un 0,08% del total de extranjeros residentes en la ciudad. En cuanto a los habitantes en la región, el porcentaje es tan mínimo que no es reflejado por el informe de población extranjera elaborado por el Gobierno regional a principios de año.
Para estos refugiados, afincados en Madrid y Barcelona, ACNUR está llevando a cabo un programa de voluntariado compuesto por los propios refugiados, un proyecto piloto con el fin de reforzar los canales de comunicación entre los refugiados en España y ACNUR, para conocer cuál es la situación en la que viven, lo que echan en falta y la monitorización de su inserción.
Los Refugiados Voluntarios participarán en esta iniciativa de forma voluntaria, compaginando esta actividad con su trabajo y / o sus estudios, y brindado apoyo en sus comunidades. De esta forma se promoverá la actividad entre los refugiados y se apoyará la participación comunitaria, la resiliencia y la inclusión de las personas refugiadas en la vida social, económica y cultural de España. Aquellos que sean seleccionados se convertirán en parte de una estructura de apoyo a las personas refugiadas informando a otros sobre cómo acceder a servicios sociales, educación y oportunidades de empleo, al tiempo que contribuirán a cerrar la brecha entre la población migrante, las ONGs y la sociedad local española.
Tras el fin del Estado Islámico
Mientras tanto, la derrota del Estado Islámico en gran parte del país, ha sido una gran noticia para Siria. Esto unido a los acuerdos de Estados Unidos y Turquía está haciendo que los sirios vuelvan a ser optimistas con el futuro. Fruto de estos acuerdos, la milicia kurda del noreste de Siria, bajo la autodenominada Administración Autónoma del Noreste de Siria, ha comenzado su retirada de la frontera con Turquía. De esta manera se comienza una “zona de seguridad” devolviendo el control militar a los turcos en el norte de Siria.
Los acuerdos dan esperanza a los sirios refugiados en otros países para intentar reconstruir su vida en el país del que huyeron. Así, la organización ACNUR se encuentra ayudando a regresar a miles de personas ubicadas, en su mayoría, en Jordanía a través del paso fronterizo recientemente abierto. “La colaboración entre las oficinas de ACNUR en Jordania y Siria continúa para que pueda tener lugar el regreso” de los refugiados, aseguran fuentes de la ONG.
Sin embargo, al noroeste del país el conflicto sigue abierto: el último bombardeo acabó con la vida de 11 civiles en el último bastión opositor, Idlib. En otras muchas, el país está lejos de volver a ser el que era, por lo que ACNUR, con la ayuda de la financiación propia y la donación de dinero, lleva a cabo diferentes proyectos ayudando a la reconstrucción del país luchando por la vuelta a la “normalidad” de sus habitantes.
