El Programa de Ayuda Alimentaria repartirá más de 6.600 kilos de comida entre 319 personas en Leganés. Se trata de los más desfavorecidos en una situación de pobreza económica severa.
Cruz Roja llevará a cabo una nueva fase del Programa de Ayuda Alimentaria, durante el mes de noviembre. En ella, distribuirá más de 2 millones de kilos y litros de alimentos entre personas vulnerables en la Comunidad de Madrid, de los cuales 6.667,64 kilos están destinados a residentes en Leganés. Este Programa, cofinanciado en un 85% por el Fondo de Ayuda Europea para las Personas más Desfavorecidas (FEAD) y en un 15% por el presupuesto nacional, incluye la distribución total de más de 96 millones de kilos de alimentos.
Las principales conclusiones del estudio reflejaban que el programa FEAD es muy valorado por las personas beneficiarias y se configura como una herramienta que contribuye a paliar formas extremas de pobreza, siendo un importante instrumento de apoyo a la alimentación familiar, aunque sólo cubre de forma parcial las necesidades de la dieta familiar.
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Son las personas más desfavorecidas que, a su vez, se definen como aquellos individuos, familias, hogares o grupos que se encuentren en situación de pobreza económica, así como las personas sin hogar y otras personas en situación de especial vulnerabilidad social.
319 personas en Leganés
Según los datos aportados en la investigación conjunta que se presentó en octubre de 2018 sobre los beneficiarios en España, el 90,2% de las personas beneficiarias del programa vivía en situación de pobreza extrema y el 52,4% estaba en paro de larga duración. Un dato destacable fue que entre la población atendida se encontraban personas que estaban trabajando en ese momento.
Además, el 71% de las personas beneficiarias del programa fueron mujeres, en 3 de cada 4 hogares había niños y niñas menores de 15 años y en el 16% de los hogares había personas con discapacidad. La población atendida presentaba problemáticas en múltiples ámbitos: escasez de ingresos, desempleo, problemas de vivienda, de salud, entre otros.
Estos datos mostraban que las personas y familias beneficiarias del Programa FEAD presentaban condiciones socioeconómicas y ocupacionales extremadamente precarias: el 36% llevaba entre 3 y 5 años o más en el programa, lo que apunta un claro riesgo de cronificación de las situaciones de pobreza y carencia material.