Leganés tendrá una de las doce subestaciones de recuperación de energía que planea instalar Adif en sus trenes. Busca bajar un 25% su huella de carbono y descarbonizar el transporte ferroviario.
Adif y Adif Alta Velocidad (Adif AV) han realizado un plan para reducir su huella de carbono en los próximos años en, al menos, un 25% con respecto a 2016 y reducir el consumo en 2.900 gigavatios por hora acumulados entre 2018 y 2030. Eso supone un gran avance en el plan medioambiental de la empresa de transportes ferroviarios más usada en España.
Se trata de la respuesta al acuerdo marco que Adif y Renfe firmaron en 2018 por la Sostenibilidad y Eficiencia Energética del Sistema Ferroviario cuyo objetivo es favorecer la descarbonización del sistema ferroviario español. Así, entre los planteamientos y proyectos se encuentra potenciar la generación de energía a través de diferentes herramientas generadoras o de aprovechamiento.
En la línea de la eficiencia energética, Adif está promoviendo medidas como la conversión en reversibles de las subestaciones eléctricas de tracción de la red convencional, que están alimentadas por corriente continua. Con la instalación en la subestación de un equipo inversor se logra convertir la energía sobrante generada por el freno regenerativo de los trenes en alterna y, de este modo, poder devolverla a la red para su uso por otros consumidores.
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Adif inició este proyecto de forma piloto en la subestación de Arroyo de la Miel (La Comba), de la línea de Cercanías Málaga-Fuengirola, y están en marcha los proyectos para la implantación en doce subestaciones de este sistema recuperador de energía proveniente del frenado regenerativo de los trenes: Tres Cantos, Alcalá de Henares, Pinto, Leganés, Getafe y Alcorcón (Madrid), Granollers, Castellbisbal, Martorell y Arenys del Mar (Barcelona), Olabeaga (Vizcaya) y Guarnizo (Cantabria).
Auditorías y gestión de consumo
En este plan se incluyen iniciativas encaminadas a mejorar la gestión actual e los consumos energéticos, con proyectos relativos al desarrollo de redes inteligentes, la instalación de sistemas telemáticos de medición y control o la implantación de medidas de gestión como, por ejemplo, la realización de auditorías energéticas sobre al menos el 85% del consumo final, para detectar potenciales medidas de ahorro energético.
Además se fomentará el uso de energías renovables con proyectos de electrificación de un buen número de tramos (como Zaragoza-Teruel-Sagunto o Bobadilla-Algeciras), que suman unos 1.100 kilómetros, con el objetivo reducir el uso de combustible diésel en la tracción ferroviaria. En esta línea también se incorpora el proyecto Ecomilla, que desarrolla el concepto de electromovilidad en las estaciones, que tiene entre sus principales iniciativas la instalación de sistemas de recarga rápida de vehículos eléctricos, las llamadas Ferrolineras, presentes actualmente en las terminales de Málaga María Zambrano y Santander.