La Policía Local ha acompañado a los manifestantes a la salida tras varios minutos de protestas en la sesión. El alcalde desaloja por primera vez tras cuatro meses de manifestaciones
Después de cuatro meses de protestas en los Plenos, el Ayuntamiento de Leganés ha podido celebrar una sesión del Pleno completa, y es que el alcalde de Leganés, Santiago Llorente, ha afrontado las protestas de los trabajadores que se manifestaban en la grada protestando por la falta de recursos en los servicios públicos.
A los pocos minutos de empezar la sesión, los trabajadores han comenzado sus protestas desde la grada, a lo que el primer edil les ha llamado la atención advirtiendo de que procedería al desalojo si no cesaran los gritos. Tras varios minutos de protestas, Llorente ha pedido a la Policía Local el desalojo de los protestantes bajo los gritos de «qué vergüenza» de manifestantes. La medida no ha gustado a los ediles de Unidas Podemos Leganés que han abandonado la sesión en solidaridad.
Algunos de ellos se han resistido a la orden e incluso dos mujeres se han negado a que los agentes de Policía les llevaran fuera de la sala. Ante esto, el alcalde ha advertido que procederían desde Delegación de Gobierno a interponerles una denuncia por desacato a la autoridad instándoles a que «tengan en cuenta las consecuencias».
Contenidos relacionados
La escena ha sido grabada por algunos ediles del grupo municipal ULEG desde sus asientos quienes durante el vídeo han destacado que la medida se tomara después de cuatro meses de protestas. Y es que, hasta ahora, el primer edil había optado por la suspensión de las sesiones o su continuación en otra sala y sin público, es decir, a puerta cerrada, con la consiguiente protesta por parte de algunos grupos de la oposición.
Dentro vídeo ? pic.twitter.com/oHPzs4p34g
— ULEG (@UnionporLeganes) December 18, 2019
Sin acercamiento con los trabajadores
Desde la sección sindical se ha criticado esta actuación por parte del alcalde señalando que no se ha hecho nada por desbloquear la situación y arreglar el conflicto que sigue vigente entre los trabajadores y el Ayuntamiento.
«Después de la manifestación multitudinaria del pasado domingo y de las diferentes movilizaciones llevadas a cabo, el alcalde Santiago Llorente no solo continúa anclado en su bunker sin mover un dedo, sino que ha decidido dar un paso más allá, a la hora de seguir dinamitando las relaciones con los legítimos representantes de esta Plantilla», se asegura en un comunicado.
La obligación desde el ROM
Según el Reglamento Orgánico Municipal que determina la gestión del Pleno, este debería haber sido el proceder del alcalde desde el primer momento ya que el reglamento no refleja que se pueda suspender en ningún momento la sesión debido a las protestas.
Cabe destacar que esta maniobra de desalojar a los manifestantes sí se dio anteriormente con los concejales de la oposición que, tras trasladar la sesión de uno de los Plenos a puerta cerrada, nuevamente, procedieron a protestar con silbatos en la sala. Ante ello, el alcalde mandó a la Policía Local desalojar a los concejales.