«Si el árbitro ve la imagen diría que no hay por dónde sostener que no sea penalti», ha expresado el técnico del CD Leganés tras el partido que supuso el descenso. La acción le dejó «dolido», aunque admitió que «no por esa mano el equipo se fue a Segunda».
El CD Leganés quedó este domingo a un solo gol de sellar la permanencia en Primera División. Bien pudiera haber llegado este tanto decisivo ante el Real Madrid desde el punto de penalti tras una mano de Jovic insuficiente para ser señalada según el responsable del VAR. «El de arriba ve la mano, lo acepta, pero no la considera punible, es la explicación que tenemos», comentó el entrenador pepinero, Javier Aguirre, al término del duelo en el que se certificó el descenso, que lamentó no haberle ofrecido las imágenes de la jugada al colegiado principal.
«Él la ve tranquilamente, no está con las pulsaciones altas, nadie le está reclamando, y solamente él decide que no es punible. Si a él en ese rango se le ocurre decirle ‘vente a verla y decides tú’ seguramente hubiera cambiado la historia, si el árbitro ve la imagen diría que no hay por donde sostener que no sea penalti«, comentó en la última rueda de prensa de la temporada en Butarque, en una noche en la que a pesar de todo se mantuvo como «defensor del VAR». «Defiendo al VAR a muerte, a la herramienta como tal, pero a la persona que decide ahí arriba me cuesta más entenderla. Si no hubiera habido escenas parecidas en los últimos tiempos, nada que reprochar, pero es que las ha habido, a favor o en contra, da igual», sostuvo, indicando cuál fue la explicación recibida por una «mano reconocida por el cuerpo arbitral».
«Desgraciadamente la persona que hoy tenía que traer al árbitro a ver la pantallita decidió que no», amplió, en el que «probablemente» sea su peor momento como entrenador después de consumar su primer descenso. «Estoy dolido y que sirva para que la gente que está ahí arriba se lo piense dos veces o que no sea solo una persona quien decide», prosiguió, incluso evitando hablar de un descenso causado por una infracción no señalada.
«Me duele sobre todo la derrota en Balaídos»
«No por esa mano o por esa decisión el equipo se fue a Segunda, no. Es porque durante 38 partidos dejamos de hacer muchas cosas. Teníamos un hándicap en contra bastante elevado y no fui capaz de darle la vuelta a esto, estábamos a seis puntos y no me alcanzó», expuso Aguirre, que durante su comparecencia recordó las jornadas pasadas que pudieron cambiar el rumbo de la historia. «Me duele mucho Getafe, me duele mucho Levante, y sobre todo esa derrota en Balaídos, si hay que elegir ese ‘día D’ seguramente fue en Balaídos», admitió el técnico, rescatando su derrota ante el Celta de Vigo con superioridad numérica. «El cruel destino nos mandó a Segunda División por nuestras incapacidades, no otra cosa», zanjó en ese sentido.
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La salvación se quedó en una machada interrumpida en el último instante con un golpeo de Óscar Rodríguez que aseveró ‘El Vasco’ que «lo quise ver dentro». «Sentía que era de justicia que ese gol entrara. La vi dentro, era una posición ideal para Óscar, hace un ‘dribling’ extraordinario y se le va a arriba al pobre. Me quedo con esa imagen que no se me va a olvidar nunca, ese balón que se escapó por arriba y que vi dentro, lo quise ver dentro«, lamentó mientras escuchaba desde los aledaños del estadio a la multitud de aficionados que se habían acercado a agradecer el esfuerzo a la plantilla, a quienes envió un «abrazo fraterno» en estos duros momentos.
«Soy un pepinero más»
Este apoyo incluso después de caer reconoció que les da «tranquilidad» dentro del «dolor interno» que padecen. «Dimos lo que teníamos, fuimos un equipo honesto, honrado hasta el final, entendiendo nuestras limitaciones pero llegando vivos al último partido, pero es una pena por el esfuerzo y el sacrificio de los jóvenes. Nadie se guardó nada», declaró el azteca, que ha empastado muy bien con el club. «Espero que volvamos a Primera División lo antes posible, soy un pepinero más», afirmó, sin querer avanzar nada aún sobre su futuro de cara a la próxima campaña. «No me puedo pronunciar en este sentido porque no tengo certezas de qué va a suceder mañana», culminó en el día más triste de la década pepinera.
