Una familia, en situación de vulnerabilidad, ha conseguido aplazar su desahucio para la negociación de un alquiler social.
Vecinos de la calle Las Encinas de Leganés han despertado esta mañana con un sonido diferente: «Adolfo, vecino, estamos contigo», «vecina, despierta, desahucian en tu puerta». Era el cántico de decenas de activistas que se agolpaban en la puerta del portal número 6 ante la notificación de desahucio de la familia de Adolfo, un joven con su mujer y sus tres hijas menores de edad.
«Vivíamos con mis padres, pero cuando las niñas fueron creciendo nos vimos obligados a buscar otra cosa», nos comenta el afectado por el desahucio que, al verse solo con los ingresos de la Renta Mínima de Inserción, no vio otra solución que okupar una vivienda de su mismo bloque. «Llevaba años abandonada y los vecinos nos dieron el visto bueno por lo que empezamos a pagar la comunidad y los gastos del piso».
En el mismo momento de la okupación, la Policía acudió para levantar un atestado por lo que la familia intentó comenzar su negociación con el IVIMA, propietaria de la vivienda, sin éxito. «Nos dijeron que no nos preocupáramos, que podrían tardar un año en mandarnos la orden de desahucio. Nos llegó al mes», cuando su mujer se encontraba ingresada por COVID. «Le dieron el alta hace apenas tres días».
Finalmente, Adolfo ha obtenido buenas noticias: el desahucios ha sido aplazado por treinta días. «Lo habéis parado vosotros», ha asegurado Felicitas, de la PAH Leganés agradeciendo su presencia a las decenas de activistas que se agolpaban, frente al cordón policial. «Muchas gracias por vuestro apoyo», añadía Adolfo. En este tiempo, familia y PAH intentarán forzar una negociación para obtener un alquiler social: «no tienen ingresos, no pueden irse a otro sitio».