El autor del himno del Leganés ha participado en un encuentro literario de la Asociación de Esclerosis Múltiple con su libro como protagonista.
28 de enero, viernes, y Santiago Gómez Valverde, el «poeta del pueblo», presenta su último libro. El acto se celebró en el Hotel de Asociaciones de Leganés arropado por los miembros de la Asociación de Leganés de Esclerósis Múltiple (ALEM), amigos íntimos del artista y valedores sinceros de «El espejo, la mirada y la belleza», que así se llama la «criatura» más joven de Gómez Valverde. Durante su presentación al mundo, Valverde leyó en voz alta algunos de versos, unos musicales y otros sentimentales, sinceros todos, y del agrado siempre del público reunido.
Para ALEM este autor es una persona «humilde», «comprometida con los demás» y «dispuesta siempre a ponerse en la piel del otro». Su vicepresidenta no duda: «Yo conocí a Valverde en mi peor momento. Tenía treinta años menos y un día me dijeron: ‘Es algo grave. No te vas a morir, pero es una putada. Resulta que me quedaba en silla de ruedas, por la esclerosis. Y hasta hoy. Santiago siempre estuvo de mi lado. Es un amigo de los pies a la cabeza».
Valverde, por su parte, sigue pensando que no es ningún poeta. Así se lo dijo a este medio y así lo repitió ante los presentes. «Primero tendré que aprender a escribir», matiza, «yo, lo que soy yo, no es ninguna cosa del otro mundo». Son «Dante, Fray Luis de León y Santa Teresa de Jesús» los «autores de verdad», y él, un mero «aficionado». Esta es fue la tónica dominante en la presentación del viernes: humildad, humildad y más humildad.
Como viene siendo habitual en los últimos tiempos, desde que dejara la Enfermería para dedicarse al arte -que arte es lo que se hace a caballo entre la música y la literatura, entre Homero y el club deportivo Leganés-, Valverde resaltó la importancia de combinar el fondo y la forma del poema. El artista, nacido y volcado en Leganés, se ha preocupado siempre por la métrica y el sonido de sus textos, porque antes que poeta fue compositor, y antes de seguir al Dante trabajó para Isabel Pantoja. Para ella, que no para el primero, escribió el compositor Gómez Velarde alguna de sus letras.
Ante una treintena de afortunados, Valverde dio luz a su último poemario. Un enjambre de sillas de ruedas se arremolinó en torno al poeta, que deslumbró con su canto a los miembros de la Asociación de Esclerosis Múltiple de Leganés. Con “El espejo, la mirada y la belleza”, Valverde viene a decir que “existen tantos poemas como miradas hay en el mundo”, y que “todo poema es un corazón solitario”.
Sigue Valverde en la estela de «Azul de Lejanías» y «Sombras paralelas», y siguen en el camino de perfección de Santa de Teresa de Jesús, que como este artista leganense, se tenía por poco a sí misma que un día dijo aquello de y «tan alta vida espero, que muero porque no muero». Y Santiago Gómez Valverde, que ya está en el himno del Leganés y en los corazones de ALEM, fuese y no hubo nada. Si es un poeta o un músico tendrá que declararlo Valverde en su próxima obra. Hasta el momento, se sabe que la tarde del viernes la pasó cantando versos sinceros ante amigos profundos.
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