La oposición se ha mostrado totalmente enfrentada al Gobierno local criticando que no ha habido ninguna reunión previa.
El Ayuntamiento de Leganés ha aprobado destinar 36 millones de euros a las propuestas registradas por el Gobierno local: asfaltado de las principales vías de barrios antiguos, carriles bici, corredores de zonas verdes, una zona infantil en Solagua, renovación en centros deportivos y contenedores. Unas inversiones que han sido aprobadas por el Gobierno de Leganés (PSOE, C’s) y Leganemos, y criticadas por el resto de las formaciones.
Todos los partidos de la oposición han coincidido en que estas inversiones no están enfocadas en la ciudadanía pues no contemplan ayudas sociales o a las empresas sino que se trata de inversiones, la mayoría de ellas, urbanísticas, dejando fuera posibles ayudas a los más afectados por la pandemia y las consecuencias que a día de hoy siguen azotando a la población.
Miguel Ángel Recuenco (PP) ha recordado que estas inversiones son posibles por la paralización de las reglas de gasto establecida nacionalmente. Una paralización que tenía por objetivo que los Ayuntamientos pudieran invertir el superávit en cualquier cosa, para ayudar a que se destinase a ayudas sociales. «Estas rebajas del control financiero se debería haber usado para ayudar de manera directa o indirecta a la población«, explicaba, «si no estuviéramos en una situación de excepcionalidad no podríamos hacer estas inversiones porque no cumplimos la ley presupuestaria por el periodo medio de pago«.
Me gustaría recordar las competencias de los Ayuntamientos, y la Comunidad de Madrid no ha hecho sus deberes porque ha recibido fondos suficientes para las ayudas a empresas, autónomos, a la ciudadanía… y no los ha puesto en funcionamiento.
Elena Ayllón, concejala de Hacienda (PSOE)
«Pueden ser lícitos pero no es el momento», respondía Beatriz Tejero (VOX), «no votamos en contra de los proyectos, si no de cómo se hacen y no por eso somos malos». Mientras que Gema Gil (Unidas Podemos-IU Leganés) criticaba que se trata de proyectos electoralistas y que no cubren las demandas de los vecinos: «para el PSOE, ganar las elecciones es apostar por el asfalto. Esta modificación presupuestaria no es para ganar a la ciudadanía». En este sentido, Carlos Delgado (ULEG) apuntaba que «sorprende la cantidad (3M€) y la zona del parque infantil: No hay dinero para la piscina Solagua y nos quieren poner una zona de recreo, ¿no es que quieren contentar a un barrio que está muy enfadado con ustedes por las viviendas sociales con algo que no es prioritario para el barrio?»
Críticas por la obtención de este superávit
Por su parte, ULEG ha denunciado que el presupuesto recogiera 200 millones de euros pero sólo se liquidaran 135 millones: «si estos presupuestos se hicieran en una empresa privada, el gestor estaría en la calle porque están mal hechos». «Usted achaca al problema informático 12 millones de euros, aún así hubieran sobrado 56 millones», añadía Carlos Delgado (ULEG). En este sentido, Ayllón (PSOE) explicaba que «si hubieran gobernado sabrían que en diciembre no solo quedan facturas sin pagar sino también reserva de crédito. Sin el hackeo, hubiera habido remanente, pero no en estas cantidades». «El problema es que son el Gobierno de las excusas. No compartimos esa manera de actuar y haremos las alegaciones oportunas», sentenciaba Miguel Ángel Recuenco (PP).
Finalmente, Fran Muñoz (Leganemos) destacaba que Leganés no ha sido el único Ayuntamiento con un gran superávit, asegurando que no se gasta el presupuesto en gran parte de los municipios, una afirmación que Enrique Morago (C’s) apremiaba a solucionar: «No es normal que los Ayuntamientos tengan los superávit que tienen, tiene que haber algún tipo de problema de raíz que tenemos que solucionar entre todos».
