Los trabajos de demolición de la histórica casa de la familia Fernández-Cuervo, ubicada en Plaza España, han comenzado. El único edificio de vivienda que sobrevivía del inicio de aquella plaza se está convirtiendo poco a poco en ruinas ante la crítica de los vecinos pero, ¿quiénes fueron los Fernández-Cuervo y por qué su casa es tan importante?
Leganés cuenta con varias familias importantes en su historia. Terratenientes poseedores de muchas tierras de cultivo que alquilaban o trabajaban para vender sus frutos, y los Fernández Cuervo eran una de ellas. Este poder adquisitivo le otorgaba también una influencia que se convirtió rápidamente en poder político pues varios miembros de la familia pasaron por las silla del Ayuntamiento.
El primero de ellos fue José Fernández-Cuervo Grado, que, tras un año siendo concejal del Ayuntamiento de Leganés, en 1868 fue parte de la Junta Provisional Revolucionaria en la Revolución Gloriosa que expulsó a la reina Isabel II. Tras ello, fue alcalde desde el 18 de octubre de ese año hasta 1872, incluyendo los siete meses de la Primera República, y desde el 1877 hasta 1880 cuando se convirtió en concejal. Diez años después su hermano también ostentaría el cargo de concejal del Ayuntamiento.
Pasado al siglo XIX la familia continuaba teniendo el mismo poder en la villa. José Fernández Cuervo-Sánchez sería alcalde de febrero de 1930 a abril de 1931, siendo el predecesor de Pedro González González, Perucho, reconocido por el Ayuntamiento de Leganés por su labor como alcalde.
Rescatado de un pelotón de fusilamiento
Pero esta no fue la única huella que dejó la familia y es que José Fernández Cuervo-Sánchez, también abogado, industrial y agricultor, es considerado el fundador del Club Deportivo Leganés por algunos cronistas aunque el propio club señala a Félix Pérez de la Serna como fundador, dando continuidad al proyecto inicial del C.D. Once Leones, en el cual sí que pudo trabajar Fernández Cuervo.
Precisamente por sus ideas políticas, José, fue capturado el 13 de agosto de 1936 en su casa por un grupo de milicianos que llegaron a Leganés en un coche y un camión. En él iría junto a Pablo Durán y Ramón del Yerro, también exalcaldes, y Cayetano Montero, José García Cuadrado, Julio Marina y Benito de Echarri, asesor jurídico de la Corporación. Solo José volvió a casa, rescatado in extremis por un familiar.
La influencia de la familia se debía a la gran cantidad de terrenos que tenían en propiedad y con los que generaron su fortuna, no solo por los frutos obtenidos sino también por su venta. Y es que fueron muchos los terrenos permutados o vendidos al propio Ayuntamiento durante la expansión de la urbanización de la ciudad.
Todos ellos habitaron la casona ubicada en Plaza España que hoy está siendo derribada. El último de este apellido en habitarla fue José Luis Fernández Cuervo-Martín, concejal durante la Dictadura de Franco. La vivienda se ha mantenido en propiedad de la familia y aunque el Ayuntamiento negoció para comprar el inmueble no fue fructuoso.