¡Y llegó el día! Las Fiestas de Leganés han comenzado oficialmente. Este viernes 11 de agosto se han recuperado las tradiciones de estas fiestas que dan el inicio oficial a la celebración. El pregón ha vuelto a la ciudad y con él, no solo el discurso del pregonero sino también la tradicional charanga de las peñas.
Las peñas que participan este año en las fiestas con multitud de actividades que se reflejan en el programa de las Fiestas de Leganés, se han congregado a primera hora de la tarde en la Plaza Fuente Honda donde la música no ha parado de sonar. Tocando, cantando y bailando, los peñistas han disfrutado de las primeras horas hasta que, a las ocho y cuarto de la tarde han comenzado su periplo hasta la Plaza Mayor.
Con música y muchas ganas de fiesta recorrieron así la calle Luna y el Paso de Colón encendiendo la mecha de la diversión en quienes se cruzaban por su camino y se unían a la charanga para congregarse en la Plaza Mayor donde todos esperaban a que minutos más tarde subiesen al escenario los miembros de la corporación y el pregonero, Martín Mantovani.
«Leganés, sigamos haciendo historia»
Con algunos problemas de sonido – y bajo algunos gritos de «coge un megáfono» pero sin pitada-, el alcalde de Leganés, Miguel Ángel Recuenco (PP), se alegraba de poder recuperar estos días que son para disfrutar «con la familia, con los amigos, los vecinos, para bailar, para reír porque necesitamos recuperar la ilusión y la alegría de nuestras fiestas». Así llamaba a disfrutar «con responsabilidad».
Seguidamente cogía el micrófono Martín Mantovani, el histórico capitán del equipo del CD Leganés que subió a Primera División. «Esto me trae muy buenos recuerdos», comenzaba el argentino que arrancaba su pregón con la misma frase que comenzó su arenga en Anduva en 2016: «hola acá estoy, te habla tu corazón».
En un emotivo discurso, el ahora jugador de El Barrio de la Kings League señalaba la «gran suerte» de que el destino le pusiera en el camino la camiseta del Leganés «que viene acompañada de una gran ciudad» en la que sus vecinos «me han tratado con gran cariño», un sentimiento «que te hace sentir uno más incluso cuando no eres de aquí». «A pesar de no haber nacido aquí, no hubo un día que no haya intentado dejar el nombre del Leganés en lo más alto».
El argentino, ante una plaza llena que volvió a corear su nombre después de tantos años, agradeció al Ayuntamiento que le dieran la oportunidad de seguir siendo parte de la ciudad -aunque nunca dejó de serlo-: «Gracias en mayúsculas por dejarme seguir escribiendo páginas en la vida de lo que es Leganés». Así, quiso cerrar su discurso como nos tenía habituados en su época pepinera: «Leganés, sigamos haciendo historia».
Tras ello, el argentino dio al botón encargado de lanzar el chupinazo, que en esta ocasión no se encendió desde el escenario sino que salió desde el mismo sitio que los posteriores fuegos artificiales que daban inicio a los festejos. Ahora sí, Leganés está oficialmente en fiestas.