Leganés vuelve a dar un paso atrás en empleo. Octubre terminó con 8.440 personas en paro, 104 más que el mes anterior (+1,25%). En el último año el desempleo bajó (-4,36%), sí, pero la tendencia reciente preocupa: el trabajo estable sigue sin llegar y la ciudad continúa dependiendo de los servicios.
La realidad es tozuda: programas de empleo, cursos y contratos temporales ayudan… pero no solucionan el problema de fondo. Leganés necesita empresas, industria y futuro, no parches.
Servicios: el gran pozo del paro
El gran foco del desempleo en la ciudad sigue siendo el sector servicios, donde se concentran 6.680 personas sin trabajo, una cifra que por sí sola explica la debilidad del tejido económico local.
Comercios, hostelería, atención social y profesiones auxiliares siguen absorbiendo la mayor parte del paro, un síntoma de que Leganés continúa sin proyectos tractor para diversificar su economía. Este desequilibrio se repite mes a mes: la ciudad funciona como dormitorio y sufre cuando el consumo o el empleo terciario flojean.
Industria estancada y la construcción sin fuerza
Otro dato que habla solo: Solo 503 personas buscan empleo en la industria. Una cifra ínfima para una ciudad de casi 190.000 habitantes.
La construcción tampoco tira (649 desempleados). Ni obra pública potente ni grandes proyectos. Economía plana = oportunidades limitadas.
El muro de la inserción y el paro cronificado
La situación por edades tampoco invita al optimismo. Entre los menores de 25 años hay 748 jóvenes desempleados, un grupo que se enfrenta a la precariedad crónica y a la falta de oportunidades para contratos estables. Muchos de esos jóvenes acaban encadenando becas, programas formativos o directamente marchándose a otros municipios o sectores para tener opciones reales.
Pero el drama más silencioso está en los mayores de 45 años: 4.897 personas en esta franja no tienen empleo. Es decir, más de la mitad del paro local es estructural, difícil de recolocar y con un riesgo real de exclusión laboral. Sin políticas activas específicas y proyectos productivos que absorban talento senior, Leganés corre el riesgo de enquistar esta cifra durante años.
Las mujeres siguen cargando con el peso
La brecha de género es otro indicador que habla por sí solo. 5.100 mujeres están inscritas en el paro frente a 3.340 hombres. El modelo económico basado en servicios las penaliza especialmente a ellas.
Medidas formativas y programas temporales llegan, pero no atacan la raíz: empleo estable, conciliación real y oportunidades en sectores tecnológicos o industriales que hoy ya casi ni existen en el municipio.
¿Y frente a los vecinos? Leganés no aguanta el ritmo
Fuenlabrada (9.267) y Móstoles (9.336) tienen más paro total, pero también más población y mejores tasas de reducción anual. Getafe (8.221) y Alcorcón (7.028) se sitúan por debajo pese a tener economías similares; Aranjuez (2.971) baja con más fuerza. Leganés vuelve a quedar en tierra de nadie: demasiado grande para excusas, pero sin el empuje económico de su entorno.





