Esta madrugada la empresa Desokupa ha auditado la salida voluntaria de la cuidadora y sus dos hijos. Más de 150 personas se han concentrado en la puerta del piso okupado para asistir al desalojo de la acusada.
Hace unos días saltó a los medios de comunicación que una mujer llamada Rosa okupó el hogar de una vecina de Leganés a la que cuidaba, la cual falleció el 30 de marzo. Su hija, Rosana, que durante durante la pandemia estuvo en el hospital ingresada con COVID-19, ha interpuesto una denuncia contra Rosa por no querer salir de la vivienda y ha contratado una empresa desokupa para desalojarla.
Este jueves estaba programada la salida de Rosa de la vivienda con lo que más de 150 personas han acudido a dar apoyo a la familia y exigir el desalojo. Una concentración no autorizada en la que ha tenido que intervenir la Policía Nacional para pedir el cumplimiento de la distancia de seguridad. Tras una hora y media de espera, llegó la empresa encargada de desokupar a Rosa.
La tensión vivida esta mañana entre la población de Leganés ha sido más que evidente. Los vecinos cada vez estaban más nerviosos y, algunos de ellos, llegaron a insultar a gritos a Rosa. En algún caso de carácter racista y machista, tales como ‘vete a tu país’, ‘vuelve en tu patera’ o ‘guarra’ sin que tuvieran reacción de la Policía ni de la acusada. Tan solo se pudo observar cómo alguien desde dentro asomaba el móvil y tomaba imágenes de la concentración.
Sigue más abajo
A su llegada, el portavoz de la empresa de desalojo tuvo una conversación con el abogado de Rosa en la que le manifestó su intención de sacar de la vivienda a su clienta en 24 o 48 horas como máximo por lo que rechazó la petición de la acusada de poder irse el día 1 de octubre de 2020. Finalmente, después de una larga charla entre la empresa y la acusada, acordaron su salida voluntaria el próximo lunes, día 14 de septiembre. Sin embargo, durante la madrugada la empresa ha vuelto al inmueble y ha certificado la salida voluntaria de Rosa y sus dos hijos.
Pilar le podría haber dejado la casa voluntariamente a Rosa
Otro punto de vista es el que una vecina que conocía a Pilar ha expresado, en exclusiva, a LEGANÉS ACTIVO. Al parecer, no le extrañaría tanto que Pilar hubiese podido dejar su casa a su cuidadora ya que según su testimonio «no tenía ningún tipo de relación con sus hijas y llevaba sin hablarse con ellas un montón de años». La duda que sigue existiendo entre la multitud es el cambio de nombre de los suministros justo diez días antes de su fallecimiento.
Rosana, la hija de la fallecida de 70 años, manifestó a la prensa su agradecimiento por la implicación que estaba habiendo y la forma en la que se estaba llevando el caso. También se mostró muy agradecida con los vecinos de Leganés que fueron hasta allí para mostrar su apoyo a la familia. En cualquier caso, aseguró que su único deseo era verla salir y poder recuperar su casa. Por ello, la denuncia seguirá en marcha.