Es bien sabido que los plenos del Ayuntamiento de Leganés más que constructivos, llegan a lo bizarro. En esta ocasión, la sesión no lo acababa la presidencia, sino la propia oposición marchándose del salón plenario. Una decisión en conjunto ocasionada por los broncos debates, enquistándose en el insulto y la falta de construcción para la ciudad.
De siempre se han escuchado insultos o descalificaciones desde la grada, pero ahora la batalla se ha trasladado a la bancada de asesores, tal y como denuncia la oposición. Según Más Madrid, comentarios tales como «ridículos» «qué pesados» y «sois unos sinvergüenzas» fueron la gota que colmó el vaso para que la oposición diera un golpe en la mesa. «El bochorno fue intolerable, no estamos dispuestos a soportar este linchamiento», aseguran fuentes del PSOE de Leganés.
Durante toda la sesión, los concejales de Gobierno contestaron a las críticas por falta de transparencia y la gestión de la comunicación haciendo referencia a las «malas prácticas» de los gobiernos anteriores del PSOE liderados por Santiago Llorente. Una situación que fue calentando el ambiente. «Lo que era malo antes, ahora también lo es», criticaba Miguel Ángel Gutiérrez, concejal del PSOE.
Precisamente, el ex concejal de Deportes fue el blanco de supuestas descalificaciones que llegaron desde la bancada de asesores del Gobierno actual. «Las faltas de respeto, los ninguneos y el bochorno fue intolerable, no estamos dispuestos a soportar este linchamiento. Refleja cómo es este gobierno y desde luego no es democrático», aseguran fuentes del PSOE.
Un debate enquistado desde el principio
La tensión política de Leganés en los últimos meses está en punto de ebullición. El cruce de críticas es constante y en este mes de julio parece que el calor también afectó a los concejales. La negativa por tercera vez de la oposición a las inversiones propuestas para destinar el superávit enconaban ya el debate desde el primer momento.
Aunque por momentos hay intervenciones que relajan el ambiente, las críticas políticas derivan en muchas ocasiones en críticas personales. Así, Victoria García (Más Madrid) acusaba a Mercedes Neria (ULEG) de «ser experta en tergiversar», mientras que, durante un debate en contra de la LGTBIfobia, Almudena Jiménez (PP) aseguraba de García que «representa lo peor de la política» acusándola de «tener una mente cerrada a la que no querría ni asomarme».
Estos son solo algunos de los ejemplos del ambiente que se ha vivido en la sesión. Cruces de acusaciones que han resonado tanto en la bancada de los concejales como de los cargos de confianza. Y que se enconaba aún más según avanzaba la sesión.
Preguntas sin respuesta
Ya en el final, las respuestas de la concejala de Mayores, Salud, Contratación y Compras, y Participación Ciudadana, Virginia Benito (ULEG) a las preguntas orales fueron la gota que colmó el vaso. Para la oposición, las respuestas no solo fueron insuficientes sino que las llegan a calificar de burla.
«Este gobierno cada vez más débil y cada vez más de derechas no quiere contestar las preguntas orales que realizamos los grupos de la oposición y únicamente contestan «si», «no» o «acuda a la página web» cuando ni se puede acceder», explican desde Más Madrid.
Tal y como se puede ver en el vídeo de la sesión, las respuestas fueron avaladas seguidamente por el presidente del pleno, Javier Oporto (PP): «¿Tengo que recordarles las respuestas que recibía yo?», preguntaba a la banda socialista. Tras ello, el alcalde Miguel Ángel Recuenco (PP) solicitaba «un receso para que se calme la oposición», lo que suscitaba una sonora carcajada. Dos comentarios que hicieron que la oposición abandonara la sesión: «Esto ya parece un cachondeo», decía Javier Márquez (PSOE).
Así, el Pleno terminó abruptamente, sin más mociones y dejando las preguntas que quedaban sobre la mesa. Estas eran referentes a la concejalía de Hacienda, precisamente la que se ha convertido en clave en los últimos meses. La falta de presupuestos, planes de inversión o el aumento de la morosidad eran eje de las críticas de la oposición para justificar su negativa a las propuestas del Gobierno.