El Punto Violeta es un punto de información y asesoramiento para las víctimas de acoso o abuso sexual. La caseta, gestionada por profesionales, cierra a las 2 de la mañana. Esta será su última noche.
Estas Fiestas de Butarque 2019 han tenido por primera vez un punto violeta: un puesto, organizado por profesionales, que busca ser un apoyo para las mujeres que sean víctimas de acoso o abuso sexual durante la celebración de las fiestas. El puesto se encuentra ubicado en el Recinto Ferial de forma fija al lado de los miembros de Protección Civil y Policía, frente a La Cubierta.
Desde el jueves, el Punto Violeta se encuentra abierto de 22h a 2h, coincidiendo con la duración de los conciertos. Una de las demandas que ha sido generalizada entre los vecinos es la corta duración: «nos demandan estar más tiempo», explica una de las miembros de la caseta a LEGANÉS ACTIVO, «aunque son cosas que siendo la primera vez se pueden mejorar», asegura añadiendo que han encontrado «mucha escucha del equipo municipal para mejorar en próximas fiestas».
Aunque en estos días no ha trascendido ningún incidente, sí ha habido mucho movimiento durante la noche. «El jueves cuando había más movimiento fue a las 2h, mientras recogíamos», explica otra de las profesionales de la caseta. Y es que, a esa hora comenzó la discoteca móvil en el Recinto Ferial, con gran asistencia de público joven, que se mantuvo con música hasta las 5 de la mañana.
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«El verdadero reto es concienciar»
«Por ahora hacemos una labor principalmente de entrega de merchandishing», aseguran las profesionales que se encuentran en la caseta, y es que al tratarse de la primera vez, muchas personas que se acercan lo hacen por curiosidad. «Hemos estado en las fiestas de la Virgen de la Paloma y aquí se acerca la gente mucho más. Tal vez por la dinámica de una ciudad pequeña, la gente va mirando más lo que hay a su alrededor», explican.
El puesto está compuesto por tres mujeres con un perfil experto en igualdad y violencia de género para poder realizar una atención personalizada en caso de que una víctima se acerque a denunciar. «Lo bueno es que lo han profesionalizado y nos han exigido un perfil determinado», explican las propias mujeres que ahora tienen el gran objetivo de concienciar a los vecinos de Leganés.
«El verdadero reto es que la gente se conciencie de que somos un punto amigable», explican. De esta forma, las mujeres víctimas de acoso o abuso se verán con fuerza para acudir a denunciar o, al menos, a ser asesoradas de qué es lo que tienen que hacer en caso de serlo. «Lo ideal sería que ellos lo visibilicen y sepan que no estarán impunes si la lían parda».