ULEG ha propuesto medidas para devolver a la Biblioteca Central el espíritu de biblioteca. Asegura que se ha convertido en un edificio administrativo tras la instalaciones de los despachos de Obras y Medioambiente
La Biblioteca Central de Leganés ha cambiado casi totalmente su proyecto inicial desde que se ideara y comenzara a construirse en 2011. Después de eliminar el espacio para la filmoteca que se tenía apalabrada con varias asociaciones de la ciudad y de añadir varios despachos el proyecto ha quedado totalmente nuevo.
Estas modificaciones no han sentado del todo bien a ULEG quien denuncia que, tras ello, el proyecto queda lejos de ser una ‘biblioteca’ al uso: «aún no ha abierto las puertas al público y se ha convertido en un edificio administrativo multiusos, desnaturalizando así el planteamiento inicial de modernizar y centralizar los servicios bibliotecarios y el archivo municipal de la ciudad».
El propio alcalde justificó y argumentó en una entrevista en un medio local que “el edificio que se planteó era muy grande y que con el paso del tiempo el papel tiene menos demanda y sobraba espacio… Que incluso para el archivo municipal sobraba espacio”. Sin embargo, el propio archivero municipal confirmó en redes sociales “que ni a bibliotecarios ni al archivero les habían dejado ver las obras ni la distribución. Que no les habían preguntado por el destino de ciertas instalaciones. Un hecho que denota cierta prepotencia y desprecio hacia los técnicos competentes por parte de algunos responsables municipales que piensan de forma patrimonialista. Que el espacio destinado sería necesario en su totalidad dado el volumen de documentos, archivo histórico pero principalmente expedientes de Urbanismo e Industrias”.
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Regresar al objetivo principal
En este sentido, el partido de la oposición ha rebautizado el edificio como la ‘Casa del Reloj 2’, por eso, ha propuesto al Pleno volver a la idea original del proyecto aportando ideas para instalar herramientas electrónicas para seguir la estela del desarrollo del e-learning, potenciar aulas audiovisuales o un servicio de streaming de libros. Además, denuncian la infrautilización del patio con la construcción de chozos puramente ornamentales proponiendo la creación de espacios para la Casa de la Cultura o de la Juventud.
Además, ULEG ha propuesto en su moción que, en caso de añadir despachos, se podría buscar un apartado para utilizarlo como sede de la Asociación de Vecinos de Leganés Norte, barrio en el que está ubicada la Biblioteca Central. Y es que la entidad se ha quedado sin un espacio para reunirse a pesar del compromiso del Gobierno local en buscarle una alternativa de espacio.
A la espera de que el edificio se inaugure como biblioteca, podemos conocer la amplitud interior gracias a las fotografías tomadas en 2016: