Más de 100 trabajadores prestarán servicio en un Pabellón Carlos Sastre readaptado ante la emergencia sanitaria por coronavirus. Los suministros de oxígeno son el único requisito restante para comenzar a acoger pacientes.
Los esfuerzos en Leganés para habilitar un centro de cuidados médicos de coronavirus ajeno al Hospital Severo Ochoa están cerca de dar sus frutos. El hospital de campaña instalado en el Pabellón Carlos Sastre cuenta con previsiones de más de 100 empleados y una capacidad de hasta 150 camas. El equipamiento, según ha dado a conocer el Ayuntamiento de Leganés, está completo a falta solamente de que lleguen tanques de oxígeno, último requisito indispensable para abrir las puertas a los enfermos.
La renovada instalación cuenta ya con la aprobación del Ministerio de Sanidad. Los profesionales derivados aquí actuarán bajo la supervisión del Hospital Severo Ochoa, que se ha adelantado para formar a los trabajadores en una sesión informativa. La plantilla la conformarán técnicos de cuidados de enfermería y laboratorio, conserjes y personal de limpieza y mantenimiento.
El hospital de campaña busca desahogar las dependencias del Severo Ochoa, saturado por las infecciones que ha desatado el COVID-19. La situación es tan crítica que desde hace días se están derivando pacientes a otros centros.
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Por su parte, el Ayuntamiento de Leganés se ha encargado de realizar los trámites para gozar del visto bueno del Gobierno Central después de tomar la iniciativa en esta construcción. Ahora, con las obras correspondientes finalizadas a contrarreloj, el Consistorio se encargará de suministrar comidas, limpieza, seguridad, mantenimiento y personal sanitario municipal al Carlos Sastre. Su ubicación, a unos 300 metros del hospital, facilita los traslados.
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