En los últimos años había una frase en boca de todos los políticos: “La Comunidad de Madrid tiene la mejor sanidad del mundo”. Hoy esa frase les pesará a muchos, sobre todo a los que han contribuido a que sea un espejismo y una gran mentira, tras recortar derechos, plantillas, salarios,… Lo que sí es cierto, y se ha demostrado en esta pandemia, es que la Comunidad de Madrid tiene excelentes profesionales sanitarios y, también, políticos que no han sabido dar la talla.
Nos referimos a esos que dicen que los madrileños éramos los primeros en todo (economía, empleo, servicios, sanidad,..) y que ahora nos niegan lo más esencial, la protección, la seguridad en los contratos, respeto por nuestro trabajo y al papel que desempeñamos en esta pandemia.
Los profesionales sanitarios estamos hartos de halagos, de aplausos, de frases ensalzadoras por parte de los políticos (agradecemos infinitamente los de los ciudadanos),…y exigimos respeto, responsabilidad, que se nos reconozcan nuestros derechos, esos que nos quitaron bajo la bandera de la crisis y que se niegan a restituir.
Esperamos que cuando todo se solucione, nuestros políticos no salgan a primera línea para ponerse medallas sino para dar solución a reivindicaciones que, año tras año, aparcan bajo la alfombra: Jornada laboral de 35 horas, la Carrera Profesional, la subida salarial, el desarrollo profesional y de las especialidades, la jubilación anticipada, el poder disponer de plantillas acordes a las necesidades, etc.
Estamos hartos de que nos digan que somos esenciales y que, sin embargo, tengamos que trabajar bajo mínimos como lo hacen hoy en día en los centros de salud. Esos que ha de ser la primera línea de batalla en la llamada desescalada y que carecen de lo más esencial, la suficiente protección contra el Covid-19. Madrid es la comunidad autónoma que menos enfermeros por habitante tiene de todo el Estado. Necesitamos que se refuercen los centros de salud para que cumplan con su verdadera misión, ser la entrada al Sistema Sanitario público. Necesitamos personal y medios.
Deseamos que también se acuerden de esa otra sanidad, la privada, que ha dado un ejemplo de responsabilidad. Necesitamos que sus profesionales sigan ahí, trabajando codo con codo, y tengan acceso a derechos que otros ya disfrutan.
Cuando esto acabe no queremos medallas ni homenajes queremos empezar a negociar el retorno de nuestros derechos como la jornada laboral de 35 horas, que traería consigo más plantilla; el desarrollo real de las especialidades enfermeras, tan deseadas y olvidadas por algunos; la jubilación voluntaria anticipada; la extensión de la Carrera Profesional a todos y todos aquellos asuntos que, para nosotros son esenciales, y que para muchos políticos, hasta ahora (esperemos) son secundarios.
Por Teresa Galindo, Secretaria General de SATSE Madrid