La Comunidad de Madrid prepara un protocolo de vuelta a las clases apenas dos semanas antes del inicio de curso. Profesores, directores y familiares opinan sobre si hay tiempo de ponerlo en marcha
A pocas semanas de que el curso escolar comience para toda la comunidad educativa, la pregunta es clara: ¿hay tiempo para poner en marcha las medidas necesarias para hacer una vuelta segura? La distancia de seguridad o extremar la higiene y desinfección de las aulas son algunos de los aspectos que más preocupan a familiares y profesores.
Aunque la comunidad educativa coincide en señalar en que no se ha avanzado nada estos meses y que les ha llegado a «pillar el toro» en la planificación, el Ministerio de Educación descarta por completo retrasar el inicio del curso. Así, zanjan que comenzará «en las fechas habituales del mes de septiembre y con la presencialidad como principio general».
El Gobierno central señala a los regionales como responsables de tomar las riendas y presentar las directrices. En el caso de Madrid, está previsto que se presenten este martes, el cual se espera que contemple la creación de grupos burbuja adaptados a los criterios de 20 alumnos por aula o distancia de 1,5 metros. Un documento de medidas que, por ahora, directores y familias desconocen por completo.
«No da tiempo»
«Es un sentimiento de incertidumbre constante. No se han desarrollado instrucciones claras», asegura Mari Carmen Morillas, presidenta de FAPA Francisco Giner de los Ríos, institución que apuesta sin duda por la presencialidad en el nuevo curso. «Apostamos por la presencialidad siempre que se garanticen las medidas higiénico-sanitarias», lo cual se antoja cada vez más complicado.
Sin un protocolo claro y unas directrices de cómo llevar a cabo la prevención en las aulas, los profesores se encuentran perdidos y, por ello, han convocado una huelga desde el inicio de curso exigiendo seguridad. Una seguridad que desde las direcciones de los centros se han preocupado este verano por dar en base a las ambiguas directrices publicadas en julio por la Comunidad de Madrid.
Muchos apostaron por hacer los primeros cambios en sus colegios en agosto ante la necesidad de preparar las aulas para los primeros alumnos. Así, se han pintado itinerarios en el suelo de los centros, adaptado las aulas de infantil eliminando materiales porosos, instalando jabones y elaborando protocolos para la entrada y salida escalonada de los jóvenes así como evitar aglomeraciones en el patio y el comedor. Además en muchos centros se ha cerrado el aula de música para evitar compartir instrumentos, la biblioteca o el aula de psicomotricidad. Cambios a la espera de confirmación en el nuevo protocolo.
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«Todo lo que se ha hecho se queda corto», asegura Alejandro Garrido, miembro de la junta de portavoces de directores de Madrid Sur, «se podría hacer todo si tuviéramos recursos y más profesores». Y es que si el nuevo protocolo se basa en la creación de «aulas burbuja», los directores señalan que serán los profesores los que tengan que cambiar de aula para impartir la clase y no los alumnos como hasta ahora, rompiendo esa burbuja. Por ello apuesta por la obligatoriedad de las mascarillas para todos y pantallas faciales a los profesores.
Ante todo esto y en vista a la situación epidemiológica actual, los directores piden igualmente la presencia de un DUE (enfermero) en los centros que haga las labores de coordinador COVID así como un impulso tecnológico preyendo un nuevo confinamiento. «No sabemos si va a pasar, pero nosotros, haya confinamiento o no, utilizaremos herramientas digitales para que todos los alumnos y profesores se acostumbren».
