A pesar de los informes de vulnerabilidad, el amparo de la ONU y el Real Decreto antidesahucios, IVIMA ha ejecutado el lanzamiento de una familia con dos menores a cargo
Una familia compuesta por una pareja, de los cuales uno de ellos sufre incapacidad física para trabajar, y sus dos hijos menores, ha sido desahuciada de su vivienda. Después de haber aplazado la fecha durante un mes para negociar una alternativa habitacional con el IVIMA, dueño de la vivienda que okupaban, el lanzamiento se ha llevado a cabo.
«Es inexplicable», aseguran desde la PAH Leganés quienes han apoyado a la familia desde que Adolfo, el padre de familia, acudiera a una de sus asambleas. «Es inexplicable que la Señora Ayuso, que se niega a recuperar las 3.000 viviendas sociales que el anterior presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González vendió ilegalmente en 2013 a fondos buitre […] ponga todos sus medios para desahuciar a una familia en extrema vulnerabilidad».
La situación de los afectados comenzó a agravarse durante la pandemia, cuando tras la pérdida del trabajo que sustentaba a la familia tuvieron que volver a vivir con los padres de Adolfo en San Nicasio. «La casa es pequeña y estamos todos, también su hermana, porque no tienen trabajo«, aseguraba el padre a este medio.
Ante esto, la familia dio la patada a una de las viviendas vacías del edificio, con el visto bueno de los vecinos: «dijimos en una reunión lo que pensábamos hacer y nos dijeron que adelante, que esa vivienda llevaba años vacía y que no tenía inquilinos». El siguiente paso que dieron fue acudir al IVIMA a alertar y negociar un alquiler social, sin embargo, a las pocas semanas les llegó la carta de desahucio: «nos dijeron que esto podría tardar meses y que nos daría tiempo a negociar, pero no».
Ahora, a pesar de los informes de vulnerabilidad por recibir escasos 738€ al mes, el amparo de la ONU que instaba al IVIMA a no desahuciar a la familia y el Real Decreto que paraliza los desahucios que sigue vigente hasta julio, el lanzamiento ha tenido lugar. «No queremos resistir, hemos sacado nuestras cosas y volvemos con mi familia», aseguraban resignados. Así, la familia de 4 miembros ha vuelto a convivir en la misma habitación sin poder acceder a una vivienda de mercado.
