Un año más el CEIP Gabriela Morreale de Solagua vuelve a quedarse pequeño tras los constantes retrasos en su ampliación. El AMPA teme que, incluso tras la ampliación, sigan los problemas
La construcción del CEIP Gabriela Morreale de Leganés va con retraso desde hace años, y esto está causando problemas cada inicio de curso. Además de los problemas que acarrea que en varios años las clases hayan tenido que convivir con las obras de construcción, los constantes retrasos hacen que las plazas prometidas se hayan quedado ya escasas.
El centro escolar tiene proyectado una ampliación desde hace varios años que ya tiene proyecto de obra que ha sido sacado a licitación. Un proyecto que llega tarde a ojos de las familias: «Nos prometieron que en septiembre estaría terminado el bloque de primaria y nada; no han empezado si quiera a construirlo», asegura Daniel, presidente del AMPA. Esto ha obligado, con el desdoble del COVID, a hacer clases en el gimnasio o en barracones portátiles que el próximo curso la Consejería a anunciado que no estarán.
Actualmente hay un proyecto de ampliación sobre la mesa que haría que el colegio estuviera listo en el curso 2022/2023, pero es insuficiente a ojos del AMPA: «Cuando hemos visto el proyecto vemos que ya se ha quedado pequeño. Está proyectado para que sea un colegio de línea 2 [dos aulas por curso], pero en un barrio nuevo debería ser más grande».
Ejemplo de ello es que en este curso 33 familias se han quedado fuera del colegio, algo que ya ocurriera el año pasado con 20 familias: «somos familias del barrio y queremos que nuestros hijos vayan al colegio que está más cerca; hemos hecho un escrito a la DAT Sur y no hemos obtenido respuesta», asegura la madre de uno de lo niños de 3 años que ha quedado fuera de esta primera opción. «Solo queremos que nuestros hijos estudien en su mismo barrio», señala otro de los padres.
El proyecto de ampliación ya ha quedado pequeño
Desde el AMPA han solicitado en varias ocasiones que se modifique el proyecto de ampliación y se haga más grande pues, como se puede comprobar este año, antes incluso de construirse el centro se está quedando pequeño. «Hemos pedido que se modifique el proyecto porque se ve que van a ser necesarias 3 aulas por curso y no 2, pero no hemos tenido respuesta», reitera Daniel.
Así, han pedido a la Comunidad que se actúe también en terrenos aledaños a donde van a construir la ampliación para crear otro edificio, algo a lo que la Consejería no ha dado respuesta. Mientras tanto, el gimnasio seguirá ocupado por las clases de los cursos más altos a falta del edificio para primeria, lo que impedirá que se den clases de educación física; mientras que el director ha cedido su despacho y trasladado al comedor. «Nos vamos apañando pero es una pena, deberían planificar muchísimo mejor las cosas».
