Las de Jero Martos vencen con placidez al Juventud Sanse. Apenas encontraron oposición. Y siguen pensando en el ascenso.
Lo han vuelto a hacer. No tienen rival. Sí, sí, sí. El “Lega” se impone de nuevo. Quedan diez minutos para que finalice el encuentro y ya están pensando en el siguiente. 3-0 arriba, otros tres puntos, líderes, aunque no en solitario, con una jugadora más, fallando lo que no se puede fallar, y aun así, goleando. En una palabra, en línea directa con el ascenso, que ya toca:
-Hola, ¿cuántas jornadas quedan?
-16.
-¿Y cuántos suben?
-Dos. Suben dos.
-Pues aquí estamos, en la lucha, tuvimos dos tropiezos, la semana pasada y la anterior, veníamos de hacerlo bien, francamente bien, un día le metimos diez a Las Rozas, otro seis al filial del “Geta”, cuando quisimos darnos cuenta eran nueve consecutivas, nueve victorias digo, y ahora volvemos a las mismas. ¿Qué te parece?
-Bien: soy la línea del ascenso; no hablo. ¿Quieres algo más o no?
-No. Yo solo que siga la racha… Saludos: El Leganés femenino.
Un gran inicio y una roja rigurosa
El cronista sigue narrando. Antes de que el árbitro pitara el descanso, 2-0 abajo. A la vuelta de vestuarios, más de lo mismo. Y parece que se anima la cosa -tampoco mucho-, cuando pierden a la portera por acción directa. No gustó la roja a la arquera del Sanse. “Árbitro, a ver si vas a la Academia, machote, que estás por hacer. No das una: ni para nosotras ni para ellas”, dijeron desde la grada. Normal: jugada dudosa, balón dividido entre unos y otros, el Sanse se queda con 10. ¿Por qué? El cronista tampoco lo sabe. A partir de ahí, monólogo del Leganés. Por si fuera poco.
Luego, las pepineras mueven la pelota de un lado para otro, con el rival a merced, llegan al área, rematan, juegan con prisas, parece que van perdiendo. Ambición. Y resignación en el rival. Cinco minutos todavía, estamos con el 3-0, cómodo y sereno.
En lo alto de la tabla
Y hubo alguna que otra duda, normal, venían de dos pinchazos, de un sí pero no, pero fue encontrar la red cazar al gato, queremos decir, doblegar al rival. El “Sanse” pelea por mantenerse; el Leganés, por subir a Primera Nacional -ahora llaman así a la cuarta división del fútbol femenino-; osease, que no había color. Y no hay excusas. Tienen talento para subir.
Son las cinco de la tarde, aprieta el calor, y eso que estamos en febrero, vaya día, y se va terminando el partido. El equipo va a tres goles por partido, ha recuperado la confianza, encara la segunda vuelta con alegría, sí, sí, sí. El equipo llegó a liderar la tabla, pero ya no, pero quieren volver a hacerlo, pero lo conseguirán (o no). Doblete de Ale y gol de “Truji”. Suma y sigue.
El cronista va terminando. Algún chascarrillo en la grada. Nah, tampoco muchos. Un hombre lo celebra: La gente se empieza a ir. El partido se termina y la crónica acaba. Hemos soñado el partido. Sabíamos que el Leganés era mejor. “Arbitro, vaya día”.