Santiago Llorente ha confesado que, debido a la cantidad de puntos en los que se celebran, «vamos intentando solucionar los problemas sobre la marcha».
Este lunes la agenda municipal ha arrancado con una visita al CEIP Miguel de Cervantes. Un colegio público ubicado en el eje entre los barrios de Solagua y Poza del Agua cuya entrada se encuentra en un terreno descampado sin asfaltar, colindante a una parcela en las mismas condiciones. Un punto en el que, desde el confinamiento, se han ido celebrando botellones dejando restos de cristales y bebidas en la zona del colegio. La situación sigue repitiéndose hasta el punto de que el AMPA ha reclamado mayor vigilancia y limpieza en la zona.
En los alrededores del centro se han llegado a encontrar botellas de alcohol de cristal, litronas rotas, vasos de cartón, bolsas de basura o incluso de comida. Restos de concentraciones que el AMPA reclama que se limpien diariamente ya que, recalcan, son elementos peligrosos en los alrededores de un centro educativo por lo que podría haber problemas con los menores que frecuentan diariamente la zona para acceder a su colegio.
Preguntado por esta situación, el alcalde Santiago Llorente (PSOE) ha asegurado que este es un problema que se ve en muchas zonas del municipio ya que «el problema de la noche, los fines de semana fundamentalmente, es que hay aglomeraciones repartidas por muchísimas partes del municipio». Y es que, ha recalcado que el gran problema es que este no es el único punto que amanece con restos de estas fiestas en Leganés.
En este sentido, ha destacado que «estamos encima de esos puntos que van cambiando en la ciudad para evitar los residuos y, evidentemente, hay un control policial. Pero como van cambiando de espacios igual este fin de semana se han trasladado a otro punto de la ciudad nuevo y los residuos aparecen en otro sitio, entonces vamos intentando solucionar los problemas sobre la marcha».
