Las trabajadores de la escuela infantil Rosa Caramelo siguen con problemas. Después de haber tardado más de un mes en recibir la nómina correspondiente a julio -la cual fue fraccionada en cuatro pagos-, a día 8 de septiembre todavía no han percibido ninguna parte de la nómina de agosto, algo que la empresa parece que va a tardar en abonar.
«No han dicho que el Ayuntamiento hará efectivo este viernes la factura del trabajo correspondiente a mayo [49.000€] , y con ello nos pagarían a las trabajadoras de Rosa Caramelo, dando a entender que si el Ayuntamiento no pago, nosotras no cobraremos», explica Nazaret Pampana, delegada sindical de CC.OO. en KidsCo.
Según la empresa, la cantidad adeudada por el Ayuntamiento es superior a 300.000€, una deuda que desde la Concejalía de Hacienda aseguraban a finales del mes de agosto estar trabajando en solventar «lo antes posible» aunque «estos trámites van con retraso». Por ello, la más de una veintena de profesoras de Rosa Caramelo dudan que vayan a cobrar este mes.
En este sentido, el Partido Popular ha asegurado que la empresa ha conseguido financiación externa para poder resolver el pago de los salarios de julio y ha abonado el salario del mes de agosto de algunas trabajadoras (todas a excepción de las profesoras de Rosa Caramelo). Tanto Podemos Leganés como Leganemos también se han sumado a reivindicar que KidsCo abone el salario a los profesoras.
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Una situación que está afectando a la economía doméstica de las trabajadoras puesto que se han visto afectadas por constantes retrasos de su nómina. «Estamos desesperados con una situación que hace insostenible nuestra economía doméstica. Lamentablemente estamos en manos de un ayuntamiento que no cumple sus obligaciones y de una empresa que debería tener solvencia a la vez de ser más empática con sus trabajadores», comentaba Pampana al PP de Leganés.
Al pie del cañón
Ante los constantes retrasos, las trabajadores se plantearon la huelga aunque rápidamente han descartado esta medida. A día de hoy, a pesar de los problemas internos de la empresa, las profesoras se mantienen en su puesto de trabajo para que éstos no salpiquen al alumnado ni a las familias que acuden a la escuela infantil.
