Y llegó el día. Este 25 de septiembre Leganés ha respirado deporte y alegría. Corredores en solitario, con amigos y familias al completo se han echado a la calle a primera hora del día para congregarse en el Pabellón de Europa. Eran cerca de las 9 de la mañana cuando ya se empezaban a ver a los más madrugadores. Saludos entre conocidos, niños y niñas jugando, corredores calentando… Es la estampa habitual en torno a una carrera que ya se ha convertido en una cita obligada para todos los aficionados al deporte de Leganés.
Todos se agolpaban en torno a la línea de salida, establecida por decenas de voluntarios de clubes de todas las disciplinas que acudían para ayudar a la organización. Corredores de todas las edades llenaban la calle bajo la atenta mirada de la Policía Local. A las 10 de la mañana sonaba el pistoletazo de salida.
Sin prisa pero sin pausa, los corredores aficionados comenzaban a andar o trotar por el recorrido, tardando incluso en atravesar la línea de salida, mientras que los más aventajados buscaban incluir su nombre en la lista de los primeros en llegar.
Durante más de una hora todos los corredores pudieron desarrollar el recorrido a su ritmo. Grandes y pequeños disfrutaron de la carrera puesto que no faltaron las risas y los piques sanos entre los conocidos aunque si en algún momento la frase ‘lo importante es participar’ tiene sentido, es aquí más que en ningún otro sitio.
Y para los que participan, hay premio: una botella de agua y una camiseta (aunque muchos echaron de menos el refresco) les esperaba en la línea de meta, ubicada en el interior del Pabellón de Europa donde comenzaba la mañana.
Desde primera hora, 31 clubes se organizaban para desarrollar exhibiciones de 27 disciplinas distintas, sacando músculo del buen nivel de deporte que hay en Leganés.