Los fuegos artificiales forman parte de muchas celebraciones. A pesar de que se siguen demostrando los efectos nocivos para cada vez más población (infantil, TEA, hiperacusia…) y para las mascotas, son muchos los que se resisten a dejar de lanzarlos. Los festejos de Navidad, Fin de Año o las fiestas patronales o de San Juan son ejemplo de ello. Algunas familias lanzan petardos o bombetas en las calles mientras que en algunos vecindarios realizan hasta guerras entre plazas. Si tú eres dueño de un perro que lo pasa mal con los petados y fuegos artificiales, hay consejos que pueden venirte muy bien.
Los ruidos estruendosos e inesperados son el mayor temor de muchas mascotas. Según los expertos, activan el sistema nervioso de los animales, produciéndoles una ola de sensaciones repentinas que los altera. Los petardos y fuegos artificiales añaden además vibraciones, olores y luces que alteran más aún a las mascotas.
Aunque perros y gatos poseen un nivel auditivo prácticamente igual de alto, el sonido de los cohetes o fuegos artificiales tiende a afectar en mayor medida a los canes, mientras que los felinos experimentan más molestia ante los chispazos y los focos de luz debido a su agudo sentido de la visión.
Cinco consejos para que tu perro supere los petardos y fuegos artificiales
Algunos ladran o maúllan, curiosean hacia el peligro, otros tiemblan y se esconden o se refugian junto a sus dueños. Sea como sea la reacción de tu mascota, es importante saber cómo actuar para reducir su estrés y que no les afecte negativamente.
Desde Purina, ofrecen estos 5 consejos con los que ayudarás a que tu amigo peludo se sienta protegido, aunque el mejor de todos es no hacer uso de esta pirotecnia:
- La prevención y la compañía, los mejores aliados
El primer consejo es el más obvio y, muchas veces, el menos oído: aléjate de los fuegos. Si sabes que habrá pirotecnia cerca de casa y puedes organizarte, sería ideal aprovechar para irte unos días lejos y pasar las fiestas en otro lugar. Así tanto tu mascota como tú disfrutaréis de unas navidades lejos de estruendos. Si esta opción no es posible, por lo menos, no le dejes solo. - Prepara un refugio para tu mascota en el hogar
Tanto las luces como el sonido son los grandes enemigos de tu mascota: aíslale. Cierra puertas y ventanas, baja las persianas y crea un rincón acogedor en el punto más silencioso de la casa. Acostado en su cama y rodeado de sus juguetes favoritos y una prende o manta que huela a ti, sentirá ese como su rincón seguro. Nunca lo dejes atado con correa eso solo aumentaría su sensación de agobio. Eso sí, vigila que no se escape o se pierda, una mascota aturdida puede perder el control y el sentido de la orientación. - Juega y pasa tiempo con él
Como hemos dicho: no le dejes solo. Pasa tiempo con tu mascota antes de que comiencen los petardos y fuegos artificiales para que esté centrado en otra cosa. Juega con él, dale un largo paseo, haz que olfateé… Eso sí, tendrá que pasar tiempo para que se relaje antes de los fuegos. El objetivo es que calme el estrés y se canse, pero si está agitado en el momento de los fuegos, será más estrés para tu mascota. - Crea una distracción
Mientras dure la pirotecnia, trata de dirigir su atención hacia otra cosa. Dale un snack o algo para morder, pon música relajante de fondo lo suficientemente alta para que bloquee los sonidos exteriores, utiliza juguetes rompecabezas, estimúlale física y mentalmente con sesiones de adiestramiento suaves que hagan que el foco esté en ti y no en el exterior… Ofrécele cualquier cosa con la que mantenerlo entretenido. Esto no funcionará si ya está en pánico. Deberás empezar con él momentos antes de la pirotecnia. Lo más importante: quédate a su lado y actúa normal. - Consulta a tu veterinario
Si sabes o intuyes que a tu mascota le afectan los petardos o fuegos artificiales, puedes consultar a tu veterinario para que te indique cuales son las mejores opciones que le pueden ir bien específicamente a tu perro o gato. El uso de suplementos podría ser una buena forma de mitigar los ataques de pánico leves, pero antes de tomar esta decisión, siempre deberás consultar con un veterinario/a, seguro que podrá recomendarte los más adecuados para tu mascota. Pero si el animal experimenta ansiedad con frecuencia, lo mejor será que acudas a un veterinario etólogo, experto en comportamiento, para que te ayude a desarrollar un plan individualizado para gestionar estos problemas.
