Maritza y sus 3 hijos (de 19, 14 y 9 años) están desesperados. Tras mucho buscar, en febrero encontraron un piso perfecto de alquiler en Leganés: en pleno barrio de Zarzaquemada, amplio, con ascensor y por 600 € al mes. Unas características que no dejaron escapar. Con un contrato firmado, cada mes pagaban religiosamente hasta que un día llegó una notificación que las descolocó por completo: un aviso de desahucio.
La familia no se lo podía creer. Ellos no habían dejado de pagar por lo que llamaron inmediatamente a su casero: «¿qué está pasando?». El hombre les colgó el teléfono y les bloqueó impidiendo volver a ponerse en contacto con él. Ahora se enfrentan a un procedimiento de desahucio con CaixaBank, verdadera propietaria de la vivienda, en el que ni siquiera tienen abogado defensor.
En un estado de indefensión
Sin saber qué hacer, Maritza no cogió la notificación de desahucio puesto que no venía ni siquiera a su nombre sino a un ‘inquilino’ anterior, por lo que no pudo acceder a los datos del procedimiento judicial que había comenzado para su lanzamiento. Una situación que ha hecho que no pueda personarse y, por tanto, defenderse ante esta situación.
Ayudada por los Servicios Sociales, donde llevan su caso al recibir únicamente el REMI, y por la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) de Leganés, Maritza ha podido descubrir los detalles de su caso y solicitar personarse. Pero era demasiado tarde. El juez lo ha denegado alegando que es un procedimiento muy avanzado. Ahora, se enfrenta a un desahucio la próxima semana.
«Este juzgado no quiere añadir a la familia en el procedimiento que tiene todas las de la ley para encajar en el Real Decreto anti-desahucios con el que se pararía el lanzamiento hasta diciembre», aseguran desde la PAH.
Sin alternativa habitacional
Maritza no tiene familiares con quien poder irse y con sus ingresos escasos no puede acceder a una vivienda en el mercado libre. Una situación que hace que se encuentre totalmente en la calle. Por eso, desde la PAH solicitan que el banco, en este caso CaixaBank, negocie con ella un alquiler social, o en su defecto Servicios Sociales.
Sin embargo, desde el Ayuntamiento de Leganés se ha reiterado que no hay viviendas para casos de emergencia. Eso sí, esta semana se ha firmado un convenio con Cáritas para gestionar el pago de habitaciones de hotel durante un breve espacio de tiempo para ayudar a estas familias a encontrar otra alternativa. Una solución que desde la PAH ven escasa y exigen viviendas que poder ofertar de forma temporal a este tipo de familias.
El aumento de las estafas
La situación de la vivienda hace que el mercado negro se haya expandido exponencialmente. Cada vez es más habitual que las mafias encargadas de «abrir puertas» en pisos vacíos y cobrar por las llaves, lleven a cabo estafas a todo tipo de público. «Encontrar una vivienda cada vez es más difícil, hay muy poca oferta, lo que dispara el mercado negro», explican los expertos.
En los últimos meses se han destapado varias mafias enfocadas en la vivienda. Desde los que engañan y cobran el alquiler de una vivienda que no es suya, hasta los que falsifican documentos para ayudar a acceder a un alquiler legal. Todo un mercado negro que cada vez está más especializado.
Para evitarlo, las voces autorizadas señalan la necesidad de construir más viviendas y crear viviendas de protección oficial para aumentar la oferta tanto en el mercado libre como para aquellas familias con recursos limitados. Mientras tanto, la Policía alerta y aconseja estar muy alerta en nuestra búsqueda de vivienda.
