Durante los últimos meses la defensa de la sanidad pública y los ataques del PP están siendo noticia un día si, y otro también, en toda nuestra región. Es un tema candente, que a la sociedad importa mucho. Porque la sanidad es un derecho, no un negocio.
Nuestro posicionamiento ha sido claro, y es el mismo que hemos defendido siempre. Sanidad pública, universal, de calidad y 100% pública. Por que además, ya no es solo que estemos en contra de que la privaticen, es que no saben ni gestionarla. El caos en el que el gobierno de Ayuso ha convertido la sanidad pública ha supuesto que cientos de miles de personas se manifestaran el pasado 13 de noviembre en Madrid o que los y las médicas de atención primaria convoquen una huelga. Y que ha tenido su eco en dos concentraciones esta misma semana en Leganés, una el día 21 en La Fortuna y otra el 23 en Pedroches.
Por una parte, llevan 20 años apostando por políticas privatizadoras, que benefician a las empresas de sanidad privadas. Empresas en las que luego acaban con importantes cargos muy bien remunerados, destacados militantes del PP. No en vano Madrid es la comunidad autonoma con más seguros de salud privados. Ell 39% de la población lo tiene contratado, frente al 24% del estado en su conjunto. Y es un negocio muy jugoso, y no quieren perderlo. Hay mucho dinero en juego, porque saben que la gente no va a ahorar con su salud, y que va a pagar todo lo que haga falta para estar sano.
Por otra, demuestran a diario que ni tienen mano izquierda, ni saben gobernar, ni saben gestionar. No era tan dificil volver a abrir los SUAP con el personal que tenían antes de la pandemia, aunque les cambiaran el nombre y les llamaran PAC (o SAR si son rurarles). No es verdad que no haya personal sanitario, lo hay. Pero hay que contratarlos con condiciones dignas. No se les puede hacer contratos de una semana, hay que darles estabilidad si de verdad quiere que estén aquí. Y sobre todo lo que no se puede hacer es acusar al personal sanitario de no trabajar, de boicot y de cosas peores. Porque el problema no está ahí, sino en la dirección política. En la consejería de sanidad y en el gobierno regional.
Defendemos la sanidad pública no como un dogma o un tema puramente ideológico. Lo defedemos porque es garantía de salud. No todo el mundo tiene dinero para un seguro privado. Y al final, antes o después, nosotros/as o nuestras familias o amigos/as tenemos que acudir. Y es que la pública es la que se ha demostrado garante del derecho a la salud, porque cuando han venido mal dadas, ha sido la única que ha estado ahí. Solo hay que recordar que durante el confinamiento de 2020 salíamos todos los días a aplaudir al personal sanitario y auxiliar de la sanidad pública, que no se nos olvide su importancia.
El PP no va a cejar en su tarea. Quieren acabar con la sanidad, quieren que tenga médico solo quien pueda pagarlo. Y que las empresas como Quiron, Capio (ahora IDC Salud) o Adelas hagan caja. Ya tienen medio trabajo hecho, porque hay hospitales que ya tienen practicamente todo privatizado, excepto lo que no pueden.
Por eso decimos que defender la sanidad pública es defender el derecho a la salud. Porque sin sanidad pública, no hay salud, ni tampoco libertad. Porque o conseguimos blindar la sanidad, garantizar que sea 100% pública y la defendemos en las calles, van a seguir intentando arrebatarnosla.
