Habrá cuatro fases que comenzarán el 4 de mayo. Cada quince días el Ministerio de Sanidad evaluará cada provincia para conocer si puede pasar a la siguiente fase. No estará permitida la movilidad entre provincias durante la desescalada.
El Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acaba de presentar la estrategia de desescalada que se realizará de forma gradual, asimétrica y coordinada. El plan consta de cuatro fases y cada provincia irá a su propio ritmo en función de criterios objetivos que serán medidos y controlados por el Ministerio de Sanidad cada quince días. Durante este tiempo no estaría contemplado ir a casa de otra persona pero sí salir a «disfrutar en una terraza con las medidas necesarias».
El plan arrancará el próximo 4 de mayo con la Fase 0, la actual, en la que se pondrán en marcha medidas de alivio comunes para todo el país como la salida de menores o la del ejercicio individual y paseos junto a personas que convivan juntas el próximo 2 de mayo salida de ejercicio individual. Además, los locales podrán abrir con cita previa para la atención individual y los restaurantes podrán tener servicio de recogida en el local. También se habilitarán entrenamientos individuales de deportistas federados y profesionales y equipos.
Pasadas dos semanas, el Ministerio de Sanidad evaluará un panel integral con criterios objetivos relacionados con las capacidades estratégicas del sistema sanitario (tanto en atención primaria como hospitalaria), situación epidemiológica, medidas de protección colectiva en espacios públicos, datos de movilidad y socioeconómicos. Aquellas provincias que lo cumplan podrán avanzar a la siguiente fase: «No nos vamos a recuperar de golpe sino por fases», recalca.
Fases de la desescalada
En la Fase1, las provincias que cumplan los requisitos, permitirán el inicio parcial de ciertas actividades como el comercio bajo con condiciones estrictas de seguridad y un horario preferente para los mayores de 65 años a excepción de las grandes grandes superficies; la restauración con la apertura de terrazas al 30% de su capacidad o la hotelería y alojamiento turístico excluyendo las zonas comunes. También se podrán abrir locales de culto con un tercio de su aforo y centros de alto rendimiento con medidas higiene y, si es posible, turnos. Además, estarán permitido los velatorios «bajo determinadas circunstancias». Esta fase durará dos semanas.
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Seguidamente, dos semanas después, las provincias que tengan el visto bueno del Ministerio de Sanidad, llegarán a la fase 2 o intermedia en la que se abrirán espacios públicos en interior con un tercio del aforo, ya sean cines, teatros, anfiteatros y hotelería con distancia de seguridad entre mesas. Por su parte, los lugares de culto podrán abrir al 50% y los espectáculos culturales se podrán desarrollar con menos de 50 personas en locales interiores cubriendo solo el tercio de su aforo, y menos de 400 personas en exteriores.
Finalmente, dos semanas después, si todo va bien entrará la fase 3 o avanzada en la que se flexibilizará la movilidad general, se limitará el aforo al 50% en los comercios siempre que se mantengan la distancia mínima de 2 metros y la hostelería podrá flexibilizar su aforo.
Plan flexible abierto a modificaciones
Aunque este plan diferencia los territorios por provincias, Pedro Sánchez ha comunicado que está abierto a todas las propuestas de las Comunidades Autónomas. «Si las Comunidades Autónomas nos presentan modificaciones justificadas las tomaremos en cuenta» y es que, por ejemplo, las islas Canarias y Baleares constan de una provincia cada una, sin embargo se tratará cada isla independientemente.
«No se puede dar movilidad entre provincias colindantes que estén en diferentes fases porque se elevaría el riesgo de contagio», explicaba el presidente determinando que «hay que evitar la propagación del virus de una unidad de acción a otra» y esto será prohibiendo la movilidad interprovincial hasta que no se vuelva a la normalidad. «Esto no significa que por motivos laborales tenga que desplazarse o de causa mayor», añadía el Presidente del Gobierno.
«En esta etapa de desescalada viene la parte más peligrosa y, por consecuencia la más difícil. Ya no basta con encerrarnos en los muros de nuestra ciudad. Ahora toca lo más difícil: seguir cada minuto las reglas de movilidad y distancia social para mantener a raya el virus a la vez que recuperamos palmo a palmo la actividad social», aseguraba en la hora y cuarto de comparecencia. «El protagonista de esta desescalada son los ciudadanos, no los vamos a poner en riesgo por la imprudencia de algunos».