El 20 de marzo de 2022 quedará grabado para la historia del esgrima español. Estambul (Turquía) acogía la Copa del Mundo de Sable y por primera vez en la historia, el equipo femenino de sable subía a un podio mundial en una competición absoluta. Araceli Navarro, Elena Hernández, Lucía Martín y Celia Pérez han ligado sus nombres a este hito. «Cuando tiramos el tocado 45 y sabíamos que entrábamos en la final, se vivió con mucha emoción y alegría, ya habíamos hecho historia», recuerda Celia aún con una sonrisa que se transmite a través del teléfono.
Tras una horas concentradas, sin Internet y apenas comunicación, les tocaba salir de nuevo a enfrentarse a Corea, un equipo muy fuerte contra el que pelearon y, sobre todo, disfrutaron, conscientes de lo que ya habían conseguido. Finalmente el conjunto asiático no defraudó las quinielas y se impuso en la final llevándose el oro. Un detalle que no empañaba lo que ya habían conseguido: las nuestras se colgaban una plata histórica.
Un hito que nos toca muy de cerca en Leganés y es que Lucía Martín y Celia Pérez tuvieron sus inicios en el Club Esgrima Leganés. No hace tanto que las dos tiradoras entrenaban en el club pepinero, donde compartía sus entrenamientos con José Luis Álvarez, su entrenador entonces, y seleccionador ahora. «Hay mucha presencia pepinera. Una de las frases que me dijo mi entrenador cuando llegamos a la final fue ‘de Leganés al cielo’, y ahí que fuimos», cuenta Celia.
«Esos inicios que sabe ella y que conozco yo, se los recordé. Lo ha logrado», nos explica José Luis quien recuerda cuando Celia se acercó al club sin saber nada del deporte. Una trayectoria de éxito de la que pone en valor el esfuerzo suyo y de todas las tiradoras: «El deporte de alto nivel es algo que requiere muchísimo esfuerzo, es 24/7. Si haces un exceso de comida, si no duermes bien, si no estás concentrado por un problema externo, se nota. Todo se nota. Y además tienes que ganar a gente de países donde se invierte en deporte mucho más que nosotros. Todo es muy complejo pero al final los resultados salen a la luz».
Tras salir del Club Esgrima Leganés, Álvarez fue entrenador de la selección mexicana durante cerca de 7 años, por lo que ya conocía al equipo de sable femenino aunque desde el otro lado. «Son un equipo veterano y muy fuerte», asegura sobre ellas y es que la mayoría ronda los 30 años, por lo que no entiende por qué estos resultados no han llegado antes, algo que ha cambiado gracias a un giro total en los últimos años. «Les faltaba una parte de táctica, que estaban un poco verdes, y ahora nos enfocamos en hacer estilos de esgrima para cada rival», apunta Álvarez quien ha trabajado mucho este aspecto.
«En este deporte te puedes retirar a los 30, 33, 35 años y no pasa nada. Se puede dar como una edad normal. Si te cuidas, si la alimentación es la adecuada, descansas lo suficiente porque es muy importante aunque no se habla mucho, es decir, cuando no estás entrenando tu cuerpo tiene que recuperar para dar otro esfuerzo importante. Si todo eso eres capaz de llevarlo bien aguantas y puedes retirarte a los 35 porque tu cuerpo no está agotado: no aparecen lesiones importantes. En el caso de mi equipo, aunque tienen una edad elevada, son fuertes físicamente y están cuidándose mucho porque soy muy pesado»
José Luis Álvarez, entrenador del equipo nacional de sable femenino
De camino a los Juegos Olímpicos
«Ahora viene la parte 2: hemos logrado entrar en el podio, ahora vamos a intentar mantenernos«, anuncia Álvarez, quien recuerda lo que les ha costado romper el techo de las medallas. «En Georgia hicimos cuarto puesto, perdimos con Rusia, que eran número 1 del mundo, 45-42, estuvimos a punto de ganarles. Antes hicimos un sexto puesto. Estábamos tocando la puerta», eso sí, espera que esta medalla dé a sus tiradoras el punto de confianza que las ayude a seguir mejorando.
Además de rozar el cielo, este fantástico resultado les acerca a uno de los objetivos que lleva persiguiendo cada tiradora desde sus inicios en la selección: tirar en unos Juegos Olímpicos. Esta plata les ha otorgado unos puntos vitales en el ranking europeo. Por equipos se encuentran en el quinto lugar europeo, luchando por arañar hasta los primeros puestos para clasificarse. Y es que, los cuatro primeros de la clasificación mundial se clasifican, después se añade uno más por cada continente: África, América, Europa y Asia.
De conseguir su objetivo, volverían a hacer historia: nunca el equipo de Sable femenino se ha clasificado: «es lo que persigo desde el día que me dijeron de entrenar a este equipo». «Este ciclo es más corto, solo de 3 años, por lo que tenemos que hacerlo muy bien desde ya», apunta José Luis quien confirma que están haciendo muy bien los deberes: «lo componen 8 tiradoras y cada fin de semana tengo que elegir las 4 que compiten, y me lo ponen muy difícil», unos problemas que acoge de buena gana, «ojalá tener todos los sábados problemas para escoger porque querrá decir que el nivel de todas está subiendo.
Aunque antes de mirar al futuro, y aprovechando la cancelación del GP de Corea del Sur que tocaba en abril, tienen que centrarse en el presente, y no solo en los próximos campeonatos sino en lo que han conseguido. «Todavía tengo que reposar la medalla. Ser consciente de que al final lo hemos hecho», asegura Celia, quien tras volver de Estambul viajaba rápidamente al Campeonato Universitario donde se colgaba un oro con apenas tres días de diferencia. Lo mismo hacía Lucía en el segundo torneo nacional de ranking, donde Araceli quedaba plata. Y es que esta generación va a dar mucho de lo que hablar.
