Defender un escudo bajo los tres palos en la mejor liga del mundo es el sueño de cualquier portero que se precie. El fútbol se construye a base de constancia, de valores, de talento y pasión, honores que puede colgarse nuestro futbolista de la semana: Jon Ander Serantes Simón.
Nacido en Barakaldo (Vizcaya), un 24 de octubre de 1989, podrá presumir de ser uno de aquellos héroes que en 2016 lograron un ascenso histórico a Primera División para el conjunto pepinero. Criado en su ciudad natal, a orillas del Nervión, jugó dos temporadas en el filial del Athletic Club de Bilbao, aquel equipo que surcaba las aguas de aquel río con su gabarra en jornadas de éxitos. Volvió al equipo de su ciudad, donde hizo méritos para ser fichado por el Lugo y dar el paso a la División de Plata del fútbol español en la temporada 2014/2015.
Aquel verano de 2014 fue cedido al Club Deportivo Leganés, donde se ganó un puesto como titular a base de esfuerzo y talento. Salvó al equipo de Butarque en momentos clave de la temporada y demostró al cuerpo técnico que era un candidato apto para adueñarse de la portería y ser un ídolo de la afición.
https://youtu.be/gM6n4rSNUUg
En 2015, el conjunto entrenado por Asier Garitano se hizo con los servicios al completo del guardameta, lo que le permitió tener un seguro bajo palos en una temporada de ensueño: el equipo no solo logró el ascenso directo, sino que Serantes fue elegido mejor portero de la todavía denominada Liga Adelante. En su primer mes en la máxima categoría, logró el reconocimiento a Mejor Jugador de LaLiga Santander en agosto de 2016, reconocido como una pieza fundamental dentro del buen comienzo blanquiazul en el torneo doméstico.
Las lesiones han provocado un paréntesis en su impecable trayectoria con el club: en noviembre sufrió una lesión de rodilla y en la primavera del presente año fue operado del hombro izquierdo, lesión de la que ha recaído y que le ha apartado de los terrenos de juego más tiempo del esperado. Dando un ejemplo de humildad y valores, ha cedido su ficha al equipo para que otro jugador pueda ocuparla mientras prosigue con su recuperación, con vista a volver a Butarque al cien por cien y con la misma ilusión de aquel chaval de Barakaldo que definió como un sueño el histórico ascenso a primera.
