La transparencia es una asignatura pendiente del Gobierno socialista de Leganés. Ahora un comentario en micrófono abierto lo ha sacado a la luz.
Estos días se ha hablado mucho del «¿A estos? Ni agua» de la concejala de Transparencia del Ayuntamiento de Leganés, Conchi Saugar, con la que se niega a facilitar informes sobre el hackeo a la oposición. ¿De qué sirve una concejala de Transparencia que no quiere dar ‘ni agua’ a la oposición?
Pero esto no es nuevo.
La edil en cuestión no ha hecho más que verbalizar una actitud que el gobierno socialista de Santiago Llorente mantiene desde el inicio de su primera legislatura.
Muchos han sido los plenos en los que el Gobierno no ha respondido a la parte de control porque se hacía de noche debido al incesante número de mociones. Ahora, tras un cambio unilateral del Reglamento, el número de propuestas se ha reducido y se puede llegar a las comparecencias, preguntas e interpelaciones. La pregunta es clara, ¿hemos ganado los vecinos con esto? Tengo mis dudas.
Bien es cierto que algunas de las comparecencias nos han arrojado luz sobre algunos temas (precisamente la del hackeo estaba siendo una), pero otras muchas no. Cuando esto pasa, ya es célebre la respuesta del alcalde: «Sí ha contestado, otra cosa es que no le guste la respuesta». Algo que dijo, por ejemplo, en el último pleno cuando el concejal de Obras y presidente de EMSULE se limitaba a repetir «lo he contestado», sin haber dicho nada antes sobre el patrocinio a los premios de UNELE.
Llamativa fue también la comparecencia en noviembre de la concejala de Educación, Virginia Jiménez, cuando negó que hubiera problemas en las escuelas infantiles porque ese día la escuela de la que se hablaba había abierto todas sus aulas. En su intervención no hizo mención alguna a los constantes cierres de días anteriores.
Pero es que este Gobierno no está falto de transparencia solo con la oposición sino también con la prensa. O con alguna prensa. Resulta curioso que el alcalde conceda entrevistas semanales a algunos medios mientras otros esperan largos meses. O que el número de e-mails y WhatsApps respondidos (con información) a algunos a lo largo de la legislatura se cuenten con los dedos de una mano.
Dudo mucho que esta frase tenga consecuencias para la edil, al igual que no las tuvo las grabaciones del concejal de Seguridad Ciudadana, Óscar Oliveira, sobre el ofrecimiento de un ‘pago’ a los Bomberos por irse a la Comunidad, o la denuncia falsa del concejal de Obras, Javier Márquez, que tapaba un presunto sobrecoste en Sostenibilidad. Y dudo mucho, querido lector, que esta actitud cambie a solo año y medio para las elecciones.
Se dice que algunos silencios son tan elocuentes como un buen discurso. Eso tendremos que entender.