Este 2023 se cumplen dos años desde que una constante nieve caía en España, sorprendiendo a todos cuando, al día siguiente, se convertía en un gran manto blanco que cubría las calles, carreteras y árboles del centro de la Península. Una sorpresa que también nos llevamos en Leganés, donde se llegaron a acumular hasta 20 centímetros de nieve en algunos puntos.
Las caras de ilusión y la diversión de los más pequeños llenaron las calles y plazas rápidamente. Ataviados con abrigos, botas, guantes, gorro y mascarilla, miles de personas de todas las edades salieron a la calle a jugar e inmortalizarse con la nieve. Y es que la tormenta dejó unas muy divertidas imágenes inéditas.
No obstante, la ilusión dejó paso rápidamente a la desesperación cuando, tras el paso de los días, la nieve seguía colapsando las carreteras y las calles. Los vecinos salieron con sus palas, las cuales se agotaron en las tiendas, para poder despejar sus portales y el Ayuntamiento de Leganés tuvo que hacer acopio de sal para repartirla por las calles y entre sus vecinos aunque la alta demanda hizo que se agotara rápido. La Fortuna agotó sus existencias a apenas unas horas de empezar.
Mientras, técnicos de limpieza viaria del Ayuntamiento hacían lo que podían. Con palas, algunas de ellas compradas por los jefes de servicio ese mismo día, e incluso azadas (con las que se replantan las flores) limpiaban las calles. «Trabajamos a destajo pero es un trabajo muy físico, nos mareamos y tenemos que parar. Ha habido muchos accidentes, esta mañana 2 trabajadores han tenido graves caídas», nos aseguraban mientras seguían despejando las calles a una semana de la nevada.
Aunque la situación también dejó paso a la solidaridad cuando un grupo de vecinos dejó sus excavadoras para poder despejar las calles ante la ineficacia de la quitanieves del Ayuntamiento. Otro, comenzó a dejar sus 4×4 disponibles para emergencias sanitarias. Una red de solidarios conductores ayudaron a realizar centenares de viajes cuando las ambulancias veían imposible realizar su camino. Una ayuda que llegó a salvar vidas.
La nieve tuvo también otra cara B: los daños materiales. Pronto se pudieron ver sus efectos en los árboles y algunos tejados que, por el peso de la nieve, se vieron colapsados. Daños que han tardado meses en recuperarse. A pesar de las insistencias, el Ayuntamiento de Leganés no ha dado datos concretos sobre el balance de daños aunque sí adelantó que podría rondar los 3 millones de euros.
A día de hoy seguimos sin conocer el informe de daños completo y sin tener una quitanieves que pudiera hacer frente a esta situación de repetirse, aunque el Ayuntamiento sí se ha equipado con varios vehículos 4×4 para Protección Civil y Policía Local para evitar algunos de los problemas. Y es que los coches de la Policía no pudieron salir de patrulla, teniendo que ser remolcados en varias ocasiones.